Los humanos no sólo no aceleraron el declive del Sáhara Verde, sino que incluso pudieron contener la aparición del desierto del Sáhara en alrededor de 500 años.

Una nueva investigación liderada por el University College (UCL) y el King's College de Londres, publicado en Nature Communications, sugiere que los primeros pastores en el norte de África combinaron el conocimiento detallado del medio ambiente con especies recientemente domesticadas para enfrentar la tendencia a la desertización a largo plazo.

Se cree que los primeros pastores en el norte de África desarrollaron formas complejas de gestionar de manera eficiente la vegetación escasa y los suelos relativamente secos y de baja fertilidad.

"La posibilidad de que los humanos puedan haber tenido una influencia estabilizadora en el medio ambiente tiene implicaciones significativas. Nos oponemos a la narrativa común de que las interacciones del pasado entre el hombre y el medioambiente siempre deben suponer explotación y degradación", explica el geógrafo del UCL y autor principal Chris Brierley.

"El hecho de que las sociedades que practican el pastoreo persistieran en esta región durante tanto tiempo e invirtieran tanto económica como ideológicamente en el paisaje local, no apoya el escenario de la sobreexplotación. Nuestro estudio muestra que la creciente población humana y el pastoreo sostenible no aceleraron, y puede incluso haber retrasado, el declive del Sáhara verde", continúa.

Hace aproximadamente 8.000 años, el Sáhara no era desierto, sino un ecosistema vibrante que sostenía a los cazadores-recolectores y pescadores. El Sáhara Verde (término coloquial para el Periodo Húmedo Africano) fue el periodo en el cual África del Norte se volvió mucho más húmeda de lo que es hoy gracias a una serie de monzones.

Cuando la órbita de la Tierra cambió lentamente, la lluvia comenzó a reducirse y la vegetación comenzó a desaparecer. Hace aproximadamente 5.500 años, el ecosistema en el Sáhara entró en un declive terminal hacia el desierto que tenemos hoy.

El pastoreo (ganaderos nómadas o seminómadas) floreció en el Sáhara desde alrededor de 1.000 años antes de ese colapso. Estudios previos han culpado del colapso del Sáhara Verde a estos nómadas que a menudo han sido marginados en la historia, pero estos últimos estudios disipan ese mito.

Un ecosistema exuberante

El estudio utiliza un nuevo modelo de clima y vegetación para determinar si el final del Período Húmedo Africano ocurrió antes de lo esperado. El modelo realiza un seguimiento de variables como la vegetación y la lluvia, y otros procesos como la cantidad de energía proveniente del Sol y la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.

El modelo encontró que el Sáhara Verde debería haber colapsado antes de lo que lo hizo. Esto sugiere que los pastores duraron más de lo esperado y las técnicas que utilizaron los ayudaron a adaptarse a los cambios ambientales.

"A pesar de las condiciones inhóspitas del Sáhara en la actualidad, no es difícil encontrar evidencia de ocupación humana de los últimos 11.000 años. Miles de yacimientos de arte rupestre ilustran un entorno exuberante, con caza de animales y pastoreo de ganado. La expansión de los animales domésticos a través del Sahara ocurrió en un momento de creciente inestabilidad climática, y sin embargo, estas poblaciones de pastores prosperaron", indica Katie Manning, del King's College.

Según la investigadora, es probable que las estrategias utilizadas por los pastores tradicionales contemporáneos, como el movimiento estacional y el pastoreo selectivo, también fueron utilizadas por estos primeros pastores, ayudando a mantener un ecosistema que de otro modo se deterioraría.