La Fundación Franz Weber ha reclamado evitar que niños y adolescentes puedan estar presentes durante las sueltas de vaquillas programadas para los días 2 y 5 de agosto en el núcleo de Pisueña (Selaya), donde se ofrece un acceso gratuito para la franja de 0 a 7 años.
Según ha denunciado la organización este lunes en nota de prensa, estas convocatorias son "evidentemente contrarias" a las objeciones formuladas por el Comité de los Derechos del Niño.
Consumo continuado en público de bebidas alcohólicas
A ello se suma "el consumo continuado en público de bebidas alcohólicas, en pleno debate social sobre esta cuestión y un anteproyecto de ley presentado por el Ministerio de Sanidad".
En 2018 el Comité de los Derechos del Niño pidió al Estado español evitar la participación o presencia de niños y adolescentes en la tauromaquia
Asimismo, la ong ha señalado que "en 2018 el Comité pidió al Estado español evitar la participación o presencia de niños y adolescentes en la tauromaquia, con un texto muy claro al respecto: Para prevenir los efectos nocivos para los niños del espectáculo de los toros, el Comité recomienda que el Estado parte prohíba la participación de niños menores de 18 años como toreros y como público en espectáculos de tauromaquia".
'Derecho a no sufrir ningún tipo de violencia'
Además, en agosto del pasado año el organismo de expertas y expertos de Naciones Unidas incluyó una referencia en el Comentario General sobre el 'Derecho a no sufrir ningún tipo de violencia': "Los niños deben ser protegidos de todas las formas de violencia física y psicológica y de la exposición a la violencia, como la violencia doméstica o la infligida a los animales", ha indicado.
FFW lamenta que el Ayuntamiento de Selaya "ignore de forma deliberada el consenso internacional y científico alrededor de la exposición a la violencia y posibilite que niñas y niños de muy corta edad entren gratis a estos actos de carácter taurino".
Según ha subrayado, "diferentes especialistas han advertido acerca de la exposición de las personas menores de edad a contenidos violentos, comprobando alteraciones en su comportamiento y midiendo diferentes niveles de agresividad y ansiedad posterior".
"Además del evidente riesgo de que el niño sufra angustia e incluso efectos traumáticos originados por la exposición de escenas de agresiones violentas hacia humanos y animales, la exposición a la violencia en la infancia puede contribuir a la normalización de la violencia y fomentar actitudes de aceptación de la agresión", ha alertado.
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