Las emisiones contaminantes de las centrales térmicas chinas disminuyeron significativamente entre 2014 y 2017, según una investigación del University College de Londres (UCL), lo que indica que el país podría estar en camino de cumplir sus objetivos de emisiones ultra bajas para 2020.

Las reducciones son importantes para ayudar a controlar las emisiones nacionales de China, lo que provocaría a una mejora en la calidad del aire y considerables beneficios para la salud.

Un equipo de expertos del Reino Unido y China analizó las emisiones de las centrales eléctricas de carbón, petróleo, gas natural y biomasa, centrándose en las centrales eléctricas de carbón como los principales contribuyentes a la contaminación del aire ambiente.

El estudio, publicado en Nature Energy, analizó datos de 2014, cuando China introdujo la ambiciosa Política de Estándares de Emisiones Ultra Bajas (ULE) para renovar las centrales eléctricas de carbón para limitar las emisiones de contaminantes del aire, a 2017.

El equipo descubrió que entre 2014 y 2017, las emisiones anuales de dióxido de azufre, óxido de nitrógeno y partículas de la central eléctrica de China disminuyeron en un 65%, 60% y 72% cada año, respectivamente, de 2,21, 3,11 y 0,52 millones de toneladas en 2014 a 0,77, 1,26 y 0,14 millones de toneladas en 2017, que cumple con los estándares ULE.

Esto significa que China parece estar en camino de reducir aún más sus emisiones si todas las plantas de energía térmica cumplen con los estándares ULE para 2020. Estos estándares apuntan a limitar las emisiones de dióxido de azufre, óxido de nitrógeno y partículas a 35, 50 y 10 miligramos por metro cúbico respectivamente.

El coautor de la investigación doctor Zhifu Mi, de la Escuela de Construcción y Gerencia de Proyectos Bartlett del UCL, destaca que se trata de "una noticia alentadora para China, así como para otros países que desean reducir sus emisiones de energía. Centrales térmicas que queman carbón, petróleo, gas natural y biomasa son uno de los principales contribuyentes a la contaminación atmosférica mundial".

Viabilidad técnica y económica

"Estas reducciones significativas de emisiones demuestran la viabilidad técnica y económica de controlar las emisiones de las centrales eléctricas para alcanzar niveles ultra bajos, lo cual es un paso importante para reducir la cantidad de muertes atribuibles a la contaminación del aire", añade.

El estudio muestra que los métodos anteriores para estimar las emisiones de energía de China sobreestimaron los números en al menos un 18 por ciento, y en algunos casos hasta en un 92%.

Esto se debe a que la investigación previa se llevó a cabo utilizando estudios ex-ante, estimaciones realizadas antes de la introducción de los estándares ULE (Ultra Low Energy, por sus siglas en inglés), que analizaron cómo los estándares podrían afectar las emisiones en función de los supuestos de los cambios en las concentraciones de emisiones.

La investigación es la primera en usar datos sobre las concentraciones de emisiones recogidas por la red de Sistemas de Análisis de Emisiones Continuas de China, que cubre entre el 96% y 98% de la capacidad de energía térmica china.

El equipo construyó un conjunto de datos de emisiones a nivel nacional, las Cuentas de Emisiones de China para Centrales Eléctricas (CEAP), basado en datos recopilados de la red CEMS entre 2014 y 2017.

Las CEAP ahora están disponibles públicamente y continúan presentando, organizando y analizando datos de la red. Esto proporciona resultados precisos para cada central eléctrica, así como resultados en tiempo real en una frecuencia por hora.

"Dado que el carbón es el combustible más utilizado en China, reducir el número de centrales térmicas en un corto período de tiempo sería un desafío. Los resultados de esta investigación son alentadores para demostrar que el carbón se puede utilizar de una manera mucho más limpia para generar electricidad", concluye el doctor Mi.