La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha planteado que se deberán estudiar medidas adicionales a las restricciones a los vehículos más contaminantes en función de su efectividad para atajar la contaminación, entre las que ha planteado cobrar un peaje para entrar en la Ciudad Condal.

Los vehículos más contaminantes, aquellos que no disponen de etiqueta ambiental de la DGT, no podrán circular por Barcelona a partir de enero de 2020.

La alcaldesa considera que se deberá analizar si la reducción de la contaminación es suficiente a los seis meses de aplicación de esta medida.

"Tal vez no será suficiente, y efectivamente tenemos que estudiar otras medidas, como el peaje", señaló al respecto Colau en declaraciones a TV3 recogidas por Europa Press.

La articulación del cobro de un peaje para entrar en Barcelona es una de las propuestas que el Ayuntamiento tiene sobre la mesa si la reducción de la contaminación no se considera suficiente con las restricciones a los vehículos más contaminantes, que se complementará con otras medidas que ya se promueven, como la mejora del transporte público, la creación de 'supermanzanas' y el fomento de la bicicleta, ha explicado la alcaldesa.

En este sentido, Colau ha apuntado que la mejora de la calidad del aire requiere la colaboración del resto de administraciones, también en ámbitos como el de infraestructuras como el puerto y el aeropuerto Barcelona-El Prat, que cree que no pueden "plantear ampliaciones indefinidamente".

"No nos temblará el pulso"

Para la alcaldesa, la ciudadanía demanda medidas en este sentido y ha advertido de que a su equipo no le "temblará el pulso" para impulsarlas, pese a la oposición de algunos 'lobbies', por lo que confrontarán intereses si es necesario, "ya que está en juego la salud de la ciudadanía", ha avisado.

El anuncio de la alcaldesa se produjo a la semana siguiente de que la Comisión Europea amenazara con llevar ante la justicia comunitaria al Gobierno español si los ayuntamientos de Madrid y Barcelona, entre otros, no empiezan a tomar medidas suficientes para combatir sus elevados niveles de contaminación atmosférica. Bruselas ya abrió un expediente a España en junio de 2015 por el exceso de dióxido de nitrógeno en el aire en ambas ciudades y algunas otras zonas metropolitanas del país. La imposición de sanciones quedó aparcada tras la aprobación de medidas como Madrid Central, pero la intención del nuevo alcalde madrileño del PP de revisar la medidad llevó a la UE a reactivar sus advertencias.