El estudio Agresión Sexual en Niñas y Adolescentes según su testimonio de la Fundación ANAR cuantifica que 4.522 menores de edad han sido víctimas de violencia sexual en los últimos años, cifra que supone un aumento del 55,1% en los últimos cinco años.

Sumario

 

De este número de víctimas, 3.560 eran niñas y mujeres adolescentes frente a los 959 varones y tres menores no binarios.

 

Los casos de violencia sexual

 

Agresiones sexuales en niñas y adolescentes / Infografía: EA

Dentro de la cifra de 4.522 menores de edad que sufrieron violencia sexual desde enero de 2019 a junio de 2023, se observa una importante tasa de crecimiento del 55,1% desde las 797 víctimas de 2019 hasta las 1.236 de 2023.

En la mayor parte de los casos se trata de agresiones sexuales, con un total del 91,5% de los casos. Dentro de estas agresiones sexuales, más de la mitad de las mismas se trataba de tocamientos de zonas del cuerpo, y una quinta parte de las mismas llegaba a la penetración. Menor presencia dentro de los casos de violencia sexual tienen el grooming (3,1%), el sexting no consentido (2,2%), la prostitución (1,9%) o la pornografía (1,3%).

En la mayoría de las ocasiones un adulto es quien notifica el acto de violencia (70,3%); siendo tres de cada cuatro veces un familiar de la víctima el que lo hace, mayoritariamente la madre (68,3% de dichos casos). Según aumenta la edad de la víctima, la madre denuncia en menos ocasiones, tomando mayor presencia la información mediante otro tipo de contactos.

 

El perfil de la víctima

 

Las niñas víctimas de violencia sexual tienen una edad media de 12,5 años, cifra que ha aumentado desde los 11,6 años del último estudio. La mayor parte de los casos tienen entre 13 y 17 años (60,8%), un 13,5% de las víctimas tienen entre 10 y 12 años y un 21,7% son menores de 9 años. En el caso de los niños hay una mayor proporción porcentual de víctimas menores de 9 años que en el caso de las niñas. Según la tipología de la agresión, también asistimos a una mayor proporción de agresiones sexuales en las niñas; mientras que el grooming y la pornografía presentan mayor importancia sobre la media en niños.

Según el entorno de la víctima, en el 40,7% de los casos convive con ambos progenitores, frente al 36,1% de las ocasiones en que habitan hogares monoparentales, en su mayoría viviendo sólo con la madre. También es importante la casuística de víctimas que viven con su madre y su pareja, un 9,0% del total.

 

El perfil del agresor y la agresión

 

En el 94,3% de los casos los agresores son varones, siendo casi cuatro de cada cinco veces mayores de edad. Por su relación con la víctima, el 79,5% de los casos está protagonizado por conocidos de la víctima. Dentro de esa relación de cercanía, en la mitad de los casos el agresor es un familiar. El perfil más presente como protagonista de la agresión es el padre o padrastro, con un 27,9% de los casos; seguido por desconocidos (20,5%); y amigos o conocidos (17,3%). Según aumenta la edad de la víctima, aumenta la proporción de agresores desconocidos.

En casi la mitad de las ocasiones el acto de violencia sexual se produce en la casa de la menor (44,0%), estando también muy presentes otras casas del ambiente de la víctima (19,1%) o el entorno escolar de la misma (9,2%).

En un 43,9% de las consultas por violencia sexual ha habido presencia de la tecnología, con mayor proporción según aumenta la edad de la víctimas Dentro del total de casos analizados, el 88,7% ha sido considerado de alta gravedad y un 70,4% de los mismos de urgencia alta. En cuanto a la extensión de los abusos, el 46,6% de los casos tenía una duración superior a un año y, según su frecuencia, el 27,9% era diario, frente a un 42,6% de los casos de periodicidad puntual. Además, también han crecido las agresiones sexuales grupales, que ahora alcanzan el 10,9% de los casos.

Referencias