El 7 de abril es el Día Mundial de la Salud 2025, una fecha en la que se reivindica la importancia de que toda la población mundial tenga acceso a un sistema sanitario de calidad, como un derecho básico y universal en todo el mundo, en especial en aquellas poblaciones con menos recursos y desarrollo. El tema para este 2025 es Comienzos saludables, futuros esperanzadores.
La celebración del Día Mundial de la Salud se lleva a cabo desde el 7 de abril de 1950, pero los orígenes de esta efeméride se remontan a 1948, cuando la Asamblea Mundial de la Salud proclamó este día como Día Mundial de la Salud. Posteriormente, esta fecha fue elegida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concienciar sobre las enfermedades mortales mundiales y fomentar hábitos saludables en la población.
La salud de millones de personas en el mundo está cada vez más en riesgo. Los conflictos causan muerte y sufrimiento, el uso de combustibles fósiles empeora la crisis climática y el aire contaminado mata a una persona cada cinco segundos. La OMS ha señalado que muchos países que reconocen la salud como un derecho humano no explican cómo financiarla. Por eso, el Día Mundial de la Salud 2024 se centra en el tema Mi salud, mi derecho. Con este tema se quiere defender el derecho de todos a acceder a servicios y condiciones que protejan su salud y les liberen de la discriminación.
Las madres y los recién nacidos son los protagonistas de este año
El día mundial de la salud 2025 se celebra bajo el lema La salud de las madres y los recién nacidos está en la base de familias y comunidades saludables Comienzos saludables, futuros esperanzadores; una iniciativa de un año de duración que busca transformar el panorama de la salud materna y neonatal a nivel global.
Las cifras actuales hablan por sí solas: cada año, cerca de 300.000 mujeres mueren por causas relacionadas con el embarazo o el parto, más de dos millones de recién nacidos fallecen en su primer mes de vida y alrededor de otros dos millones nacen sin vida. Estas estadísticas desgarradoras equivalen a una muerte prevenible cada siete segundos.
A pesar de los avances médicos, si las tendencias no cambian, cuatro de cada cinco países no alcanzarán las metas globales de supervivencia materna para 2030. Además, uno de cada tres países no logrará reducir suficientemente la mortalidad neonatal. Frente a esta realidad, la campaña de la OMS pretende sensibilizar, movilizar recursos, y promover acciones concretas que prioricen la salud de mujeres y recién nacidos.
El enfoque de la campaña no se limita a prevenir muertes. Se trata de escuchar a las mujeres, comprender sus necesidades y brindarles una atención de calidad, que las acompañe física y emocionalmente antes, durante y después del parto. Las complicaciones obstétricas no son las únicas amenazas: las afecciones mentales, las enfermedades no transmisibles y la falta de planificación familiar también tienen un impacto directo en la salud materna. Por eso, los sistemas de salud deben evolucionar, ofreciendo servicios integrales y garantizando los derechos de las mujeres a través de leyes y políticas públicas que respalden su bienestar a largo plazo. Garantizar la salud de las madres y los recién nacidos no solo salva vidas, sino que sienta las bases de sociedades más fuertes, justas y resilientes.
Salud y medioambiente están estrechamente relacionadas
Esta fecha nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestra salud y la de nuestro planeta. La salud de todos nosotros está estrechamente vinculada con el medio ambiente que nos rodea. Los problemas ecológicos como el cambio climático, la contaminación, la pérdida de biodiversidad o la deforestación afectan negativamente a nuestra calidad de vida y a nuestro bienestar. Es un círculo virtuoso en el que las conductas individuales, colectivas y empresariales que favorecen un desarrollo responsable, revierten en una mejor salud de las personas y de la comunidad, al mismo tiempo que benefician a la sostenibilidad de la tierra.
Además, la seguridad alimentaria y la disponibilidad de recursos naturales también se ven amenazadas, lo que pone en riesgo la salud y el bienestar de las comunidades en todo el mundo. Las acciones para mitigar el cambio climático no solo son cruciales para preservar el medio ambiente, sino que también ofrecen beneficios directos para la salud humana, promoviendo estilos de vida más saludables y sostenibles.
Para celebrar este día, se realizan diversas actividades para conmemorarlo, como campañas de sensibilización, eventos culturales, deportivos y artísticos, iluminación de edificios emblemáticos, informes, debates, y reconocimiento a los trabajadores sanitarios.
Todos podemos hacernos partícipes de la celebración del Día Mundial de la Salud, comenzando por cuidar nuestra salud física y mental para nuestro bienestar, y también velando por conservar nuestro planeta.
Recomendaciones para cuidar de nuestra salud física
Para cuidar nuestra propia salud es fundamental seguir una dieta saludable, estar activo físicamente y mantener una buena higiene. Además, conviene evitar sustancias nocivas como el alcohol y el tabaco, así como someterse a revisiones y chequeos médicos periódicos. También es muy importante hoy en día cuidar de nuestra salud mental, intentando gestionar el estrés y las preocupaciones de la mejor manera posible y pedir ayuda profesional si sentimos que es necesario.
Preservar el planeta es cuidar de nuestra salud
En cuanto a la salud de nuestro planeta, de manera individual podemos acometer pequeñas acciones como elegir vehículos sostenibles en nuestros desplazamientos, reducir los desechos y el desperdicio de alimentos, reutilizar bienes y reciclar materiales, ahorrar agua, reducir el consumo, invertir en energías verdes y electrodomésticos eficientes o apostar por el turismo sostenible, entre otros.
Pero estas medidas individuales deben ir reforzadas e impulsadas por políticas gubernamentales a nivel global, nacional o local. Algunas de estas iniciativas pueden pasan por fomentar las energías limpias y la reducción de la contaminación, la construcción de espacios verdes, el fomento del transporte público, garantizar un buen abastecimiento de agua a toda la población o promover la implementación de ciclovías y vías peatonales.
Por último, desde el ámbito empresarial, también hay muchas acciones que pueden beneficiar a la salud de la población y del medioambiente. Para empezar, todas las empresas deberían contribuir al ahorro energético, con políticas de luces apagadas cuando se acaba la jornada laboral, apoyando en la medida de lo posible el teletrabajo, fomentando la producción o adquisición de productos reciclables o inutilizables, así como favoreciendo otras medidas de ámbito más social, como el apoyo a la lactancia materna de las madres trabajadoras.
Los problemas de salud no conocen fronteras y, por lo tanto, es esencial que los países trabajen juntos para abordar los desafíos de salud y mejorar la vida de las personas en todo el mundo. Esto incluye compartir información y recursos, colaborar en la investigación y el desarrollo, y apoyar a los países con menos recursos para mejorar sus sistemas de salud. Juntos, podemos lograr un mundo más saludable para todos.