La criminalidad en España ha tomado nuevas formas en los últimos años, y uno de los aspectos más alarmantes ha sido el crecimiento de las estafas, especialmente aquellas que se apoyan en la tecnología para engañar a miles de personas.
Este reportaje explora cómo estas estafas han afectado tanto a la población general como a grupos más vulnerables, utilizando testimonios de víctimas, entrevistas con expertos y un análisis de los datos más recientes para desentrañar las tácticas utilizadas por los delincuentes y la respuesta de las autoridades.
El aumento de las estafas no es exclusivo de España, sino que se extiende por toda Europa, donde el fraude digital ha experimentado un crecimiento acelerado
El aumento de las estafas no es exclusivo de España, sino que se extiende por toda Europa, donde el fraude digital ha experimentado un crecimiento acelerado. Según el informe sobre cibercriminalidad en España de 2023, del Ministerio del Interior (1), la ciberdelincuencia está en auge en todo el continente europeo. El documento advierte que esta tendencia continuará agravándose en el futuro, dado que para 2024 se estima que habrá 22.300 millones de dispositivos conectados a la Internet de las cosas a nivel mundial.
En España, el Ministerio del Interior (2) reportó que los delitos informáticos han mantenido una tendencia ascendente entre 2018 y 2022. Solo en 2022 se contabilizaron 374.737 incidentes, lo que supone un incremento del 22,7% respecto al año anterior. Del total registrado, el 89,7% correspondió a fraudes informáticos (estafas), mientras que el 4,3% estuvo relacionado con amenazas y coacciones. Estos datos evidencian el creciente protagonismo de la cibercriminalidad, reflejado en el aumento constante de casos y su mayor impacto dentro del panorama delictivo general.
Un informe del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) (3), publicado en febrero de 2024, destaca que más del 50% de los ciudadanos afirma haber sido víctima de alguna estafa o intento de estafa a través de internet. Además, el 60% de los encuestados reconoce tener "poco o ningún" conocimiento sobre seguridad y protección de datos personales en la red, según la última encuesta del CIS sobre Inseguridad en la red.
Según el Ministerio del Interior (1), las comunidades autónomas con mayor número de denuncias por cibercriminalidad fueron Andalucía (81.315 casos), seguida de la Comunidad de Madrid (78.877) y Cataluña (76.126). Otras regiones con cifras notables incluyen la Comunitat Valenciana (47.056) y el País Vasco (27.899). También se destacan Castilla y León (25.540) y Galicia (21.730). Comunidades como Castilla-La Mancha (19.454), Canarias (17.668) y Murcia (13.747) también reflejan un impacto considerable. En la parte baja de la lista, La Rioja (2.364), Ceuta (592) y Melilla (481) presentaron menor incidencia.
Contexto de la criminalidad en España y estafas tecnológicas
Barcelona, una ciudad que siempre ha sido un epicentro de la actividad criminal en España, ha visto un aumento significativo en los delitos, particularmente en las estafas. En 2022, la ciudad registró 92,5 delitos por cada 1.000 habitantes (4), consolidándose como la urbe con el índice de criminalidad más alto del país. Mientras que los hurtos y delitos violentos siguen siendo comunes, las estafas han ganado terreno de manera preocupante, especialmente aquellas que explotan las vulnerabilidades digitales.
La agente de policía especializada en delitos cibernéticos, Ana Hernández, señala que la proliferación de estafas como el phishing (correos electrónicos fraudulentos), smishing (mensajes de texto falsos) y vishing (llamadas telefónicas engañosas) ha explotado debido a la creciente dependencia de la tecnología
La agente de policía especializada en delitos cibernéticos, Ana Hernández, señala que la proliferación de estafas como el phishing (correos electrónicos fraudulentos), smishing (mensajes de texto falsos) y vishing (llamadas telefónicas engañosas) ha explotado debido a la creciente dependencia de la tecnología. Según Hernández, los delincuentes han perfeccionado sus tácticas, suplantando identidades y creando campañas convincentes que engañan a miles de personas cada día. Explica que, en 2015, se registraban alrededor de 1.000 estafas al mes en Barcelona, pero para 2023, esta cifra había escalado a 6.000 al mes.
Un empleado autónomo asociado a una entidad bancaria explica cómo los fraudes relacionados con tarjetas, phishing y SMS han aumentado significativamente en los últimos años. “No podría darte una cifra exacta, pero comparado con hace unos años, el fraude ha crecido mucho. Los fraudes se dan tanto por suplantación de identidad como por operaciones que los clientes realizan voluntariamente, pensando que están interactuando con su banco cuando no es así”, comenta el empleado.
Explica que el banco maneja dos tipos principales de fraudes: “Uno es la suplantación de identidad, donde el banco se hace cargo porque el cliente ha proporcionado sus credenciales pensando que está interactuando con el banco. El otro tipo es la estafa, donde el cliente realiza una operación (como una transferencia) por su propia cuenta. En este último caso, el banco no se hace responsable y el fraude debe ser reclamado a través de procedimientos judiciales", añade.
El empleado también relata un caso reciente de un fraude popular que afecta a personas mayores, donde los estafadores se hacen pasar por familiares de las víctimas, pidiéndoles dinero de manera urgente por medio de un mensaje de texto o WhatsApp. “Se presenta como si fuera el hijo o la hija, diciendo que ha perdido el móvil y está usando el de un amigo, pidiendo que se le haga una transferencia urgente. Las cantidades varían, pero a veces pueden alcanzar sumas elevadas”, comenta.
Las estafas han evolucionado considerablemente, aprovechando las tecnologías emergentes para llegar a más víctimas de manera rápida y efectiva
Las estafas han evolucionado considerablemente, aprovechando las tecnologías emergentes para llegar a más víctimas de manera rápida y efectiva. La agente de policía Hernández enfatiza que estos métodos son tan efectivos porque los estafadores juegan con la confianza y la presión. “Te hacen creer que necesitas actuar de inmediato, lo que reduce tu capacidad de dudar y aumenta la probabilidad de que caigas en la trampa”, comenta.
Testimonios de víctimas y casos específicos
Uno de los colectivos más afectados por este tipo de delitos son las personas mayores, quienes a menudo se encuentran aisladas y con menos recursos para verificar la autenticidad de las comunicaciones que reciben. María Teresa, una residente del barrio de Gracia en Barcelona, recuerda cómo dos hombres se presentaron en su hogar disfrazados de técnicos del gas. "Nos decían que era urgente revisar la instalación. Por suerte, llamé a la compañía y me dijeron que no habían enviado a nadie", relata. Aunque en este caso logró evitar el fraude, muchas personas mayores no tienen la misma suerte.
Pau García explica cómo su abuela fue víctima de una estafa en su propio hogar. “Hace un año, dos hombres se presentaron por la mañana en su casa, llamaron a la puerta, y mi abuela, sin sospechar nada, los dejó entrar. Uno de ellos fue con ella a la cocina, mientras el otro aprovechaba para registrar la casa”, relata Pau. Mientras uno de los hombres fingía revisar la caldera, el otro rebuscaba en el monedero que estaba sobre la mesa del comedor y también en el armario del dormitorio.
Para evitar que mi abuela pidiera ayuda, el hombre que estaba en la cocina cerró la ventana para que no pudiera ser escuchada por los vecinos
PAU GARCÍA, nieto de una víctima
“Para evitar que mi abuela pidiera ayuda, el hombre que estaba en la cocina cerró la ventana para que no pudiera ser escuchada por los vecinos”, añade Pau. Tras la supuesta revisión, ambos hombres se marcharon. Solo después de unos minutos, cuando su abuela fue a buscar el monedero, se dio cuenta de que le faltaba el dinero. “Al ver que también habían desordenado el armario, supo que había sido estafada”, comenta. Pau y su hermano acudieron rápidamente, pero decidieron no denunciar el caso tras hablar con un familiar mosso, quien les aconsejó que no valía la pena si no podían identificar a los culpables.
Estafas por correo electrónico y el timo de las cartas nigerianas
Una de las estafas más antiguas que sigue causando estragos es la conocida como el timo de las cartas nigerianas. El modus operandi es simple pero efectivo: se envían correos electrónicos o cartas físicas que prometen grandes sumas de dinero a cambio de una pequeña "inversión" inicial. Aunque muchas personas desconfían, otras, particularmente aquellas que enfrentan dificultades económicas, caen en la trampa.
El sargento jefe de la unidad central de falsificación de moneda de los Mossos d'Esquadra, Sergi Sánchez, explica cómo se desarticuló una red de estafadores que utilizaban el timo de las cartas nigerianas. “La investigación comenzó cuando Correos detectó 4.742 cartas con sellos falsificados en la sucursal de Sant Cugat del Vallès. Al analizar esas cartas, descubrimos que se trataba de estafas de cartas nigerianas”, comenta Sergi.
El modus operandi consistía en enviar cartas a personas en el extranjero, afirmando que un supuesto bufete de abogados español estaba tramitando una herencia millonaria de un familiar fallecido. “En las cartas, los estafadores ofrecían tramitar la herencia de unos 11 millones de euros, pero pedían a las víctimas que adelantaran dinero para iniciar los trámites”, añade. Una vez que las víctimas hacían la transferencia, los estafadores dejaban de comunicarse y desaparecían con el dinero.
“Estamos trabajando con las autoridades de varios países a través de Europol para identificar a las víctimas y tratar de recuperar parte del dinero estafado. Sin embargo, es complicado, ya que muchas veces las víctimas son reacias a denunciar”, explica el sargento. Lo particular de este caso, según Sergi, es el uso de sellos falsificados para realizar la estafa, algo que no se había visto antes en España.
Carlos Tendero y Maria Teresa Junqueras, residentes de Barcelona, relatan cómo casi fueron estafados por falsos inspectores de gas. "Nos decían que era necesario revisar la instalación por seguridad, pero algo no nos cuadraba, así que llamamos a la compañía y nos confirmaron que no habían enviado a nadie", explican. Aunque lograron evitar el fraude, otros vecinos no tuvieron la misma suerte. Esta experiencia los ha hecho mucho más cautelosos y desconfiados ante cualquier visita no anunciada.
En Palma, un grupo de ancianos fue estafado por un total de 150.000 euros. Los delincuentes, haciéndose pasar por instaladores de gas, los convencieron de pagar por un seguro de responsabilidad civil inexistente. La suma total de los pagos incluyó transferencias bancarias y pagos en efectivo. Este caso resalta cómo los estafadores aprovechan la vulnerabilidad de las personas mayores, quienes son menos propensas a cuestionar la autenticidad de estos servicios.
"Fraude de la doble llamada" y las estafas energéticas
El "timo de la doble llamada" es otro ejemplo de cómo los estafadores han refinado sus técnicas. Este método consiste en dos llamadas consecutivas: en la primera, un supuesto agente de una compañía energética alerta de una subida inminente de precios; en la segunda, un falso operador ofrece un nuevo contrato con tarifas más bajas. La víctima, engañada, termina proporcionando información bancaria y personal. Este tipo de estafa ha crecido de manera significativa en los últimos años.
Me llamaron diciendo que eran de mi banco y que había movimientos sospechosos en mi cuenta. Me preocupé porque parecía que querían sacar dinero de mi cuenta, así que seguí las instrucciones que me daban
MARÍA (pseudónimo), víctima
María (pseudónimo), relata cómo fue víctima de una estafa telefónica mientras estaba en casa. "Me llamaron diciendo que eran de mi banco y que había movimientos sospechosos en mi cuenta. Me preocupé porque parecía que querían sacar dinero de mi cuenta, así que seguí las instrucciones que me daban", explica María. A lo largo de la llamada, los estafadores le pidieron el número de su tarjeta de crédito y otros detalles sensibles.
"Me fueron guiando paso a paso. Me dijeron que era necesario para bloquear el acceso, así que les di el número de la tarjeta, su fecha de caducidad, y seguí todas sus indicaciones", comenta. Posteriormente, María se dio cuenta de que había sido víctima de una estafa cuando revisó su cuenta y notó que ya habían realizado transacciones fraudulentas. "Me robaron 150 euros casi de inmediato y ya habían hecho una reserva de hotel", explica.
Finalmente, María decidió acudir a su banco y denunciar el incidente a la policía. A pesar de haber sido rápido en bloquear la cuenta, el daño ya estaba hecho. "Fue un momento muy angustiante, moralmente me afectó mucho. Nunca pensé que algo así me pudiera pasar", concluye.
La presidenta de una comunidad de vecinos en la Vila Olímpica, María Antonia Sánchez, relata cómo su comunidad fue víctima de una estafa tras llamar a un lampista de urgencias. La fuga de agua, que duró más de 12 horas, obligó a llamar a un técnico cuyo número apareció en el tablón de anuncios de la escalera. “Asumimos que el número lo había puesto el administrador, ya que estaba junto a otra información oficial, pero resultó que no era así”, explica María Antonia. El técnico llegó rápidamente, pero la factura final ascendió a 1.500 euros por unas pocas horas de trabajo, lo que les pareció exagerado desde el principio. Posteriormente, un peritaje reveló que la reparación debía haber costado una décima parte del importe.
A pesar de la sorpresa, el vecino afectado asumió la factura. Sin embargo, tras investigar más a fondo, descubrieron que la empresa había inflado los precios y cobrado por trabajos no realizados, como la supuesta sustitución de tuberías. Ahora, están inmersos en un proceso de denuncia contra la empresa por estafa, ya que se dieron cuenta de que habían sido víctimas de un fraude más extendido. “Esto ya ha pasado en otras comunidades”, asegura María Antonia, señalando que muchos edificios han sido víctimas de este tipo de prácticas fraudulentas.
Alicia Berjano,también fue blanco de un intento de estafa. La usuaria del BBVA, relata cómo estuvo a punto de ser víctima de un fraude bancario a través de un SMS. "El año pasado me llegó un mensaje desde la bandeja de entrada habitual de BBVA que suelo utilizar para recibir los códigos de confirmación", explica Alicia. El mensaje indicaba que un dispositivo Samsung ubicado en Huelva estaba intentando acceder a su cuenta bancaria y que debía hacer clic en un enlace para verificarlo. "Me sorprendió mucho, porque pensé que BBVA me estaba avisando de un acceso no autorizado", añade.
"Me pidieron mi usuario y contraseña, y luego me enviaron un código al móvil", cuenta Alicia Berjano, una usuaria del BBVA
Alicia, confiando en la autenticidad del mensaje, siguió el enlace que la llevó a una página que imitaba la app de BBVA. "Me pidieron mi usuario y contraseña, y luego me enviaron un código al móvil", cuenta. Fue en ese momento, mientras hablaba con unas amigas, cuando se dio cuenta de que era una estafa. "Mis amigas me dijeron que era un fraude, ya que BBVA no se comunica por SMS para este tipo de cosas", relata.
Más tarde, Alicia recibió una llamada de un número español afirmando ser del BBVA, insistiendo en que debía proporcionar el código para bloquear el acceso a su cuenta. "Me dijeron que estaban llamando desde las oficinas de Barcelona, pero decidí colgar porque sonaba muy sospechoso", explica. Tras contactar con su oficina bancaria, confirmaron que se trataba de un fraude, y bloquearon su cuenta por precaución.
La importancia de la denuncia y la respuesta de las autoridades
La agente especializada en delitos cibernéticos, Ana Hernández, confirma el aumento alarmante de las estafas en los últimos años: “En 2015 recibíamos alrededor de 1.000 denuncias por estafas al mes, pero en 2023 esa cifra ha subido a 6.000 al mes”. Los métodos más comunes utilizados por los delincuentes incluyen el phishing, el smishing y el vishing
La agente especializada en delitos cibernéticos, Ana Hernández, confirma el aumento alarmante de las estafas en los últimos años. “En 2015 recibíamos alrededor de 1.000 denuncias por estafas al mes, pero en 2023 esa cifra ha subido a 6.000 al mes”, explica Hernández. Los métodos más comunes utilizados por los delincuentes incluyen el phishing (mediante correos electrónicos), el smishing (mediante mensajes de texto) y el vishing (a través de llamadas telefónicas), todos ellos diseñados para suplantar la identidad de instituciones o servicios confiables, como en campañas de la renta o supuestas actualizaciones bancarias.
Hernández destaca que no hay un perfil claro de víctima: “Los delincuentes aprovechan la vulnerabilidad de las personas y las engañan en situaciones masivas”. Aunque no tienen un conteo exacto de las denuncias diarias, Ana menciona que es fundamental la educación para detectar las señales de una posible estafa. “Hay que desconfiar de cualquier solicitud de información privada y nunca hacer clic en enlaces sospechosos. Los estafadores juegan con la confianza y ejercen presión para que la víctima actúe rápidamente", añade.
Finalmente, Hernández subraya la importancia de denunciar. "Denunciar es clave para prevenir que otras personas caigan en las mismas trampas. Concienciar a la población es crucial para reducir estos delitos"
Finalmente, Hernández subraya la importancia de denunciar. "Denunciar es clave para prevenir que otras personas caigan en las mismas trampas. Concienciar a la población es crucial para reducir estos delitos", concluye.
Las estafas en España, y en particular en Cataluña, han crecido en número y sofisticación. A medida que los delincuentes explotan las vulnerabilidades de la sociedad digital, es crucial que las personas estén informadas y preparadas para reconocer y evitar estos fraudes. Las autoridades deben continuar educando al público y mejorando sus respuestas para proteger a los ciudadanos de estos crímenes insidiosos.
Referencias
- (1) Informe sobre la cibercriminalidad en España 2023. Ministerio del Interior.
- (2) Informe sobre la cibercriminalidad en España 2022. Ministerio del Interior.
- (3) El 47,4% de los españoles asegura haber sufrido una estafa o intento de estafa en el último año. Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
- (4) 475.000 delictes a Catalunya l'últim any. Són molts o pocs? Diari ARA.
Comentarios