Un equipo internacional de investigadores/investigadoras ha estudiado las diferencias entre ejemplares de carbonero común (parus major) en entornos urbanos y en el campo y ha concluido que la vida estresante de las ciudades afecta a los genes de los pájaros, según un comunicado este martes del Museu de Ciències Naturals de Barcelona.

La investigación, liderada por la universidad sueca de Lund, acaba de publicarse en la revista Nature Communications y se ha llevado a cabo en nueve ciudades europeas: Malmö (Suecia), Gotemburgo (Suecia), Glasgow (Reino Unido), Munich (Alemania), París (Francia), Lisboa (Portugal), Milán (Italia), Madrid y Barcelona.

El trabajo muestra como en las aves de ciudad se han favorecido los genes que regulan las capacidades cognitivas y los comportamientos que son importantes para sobrevivir en entornos con contaminación acústica y atmosférica, luz nocturna y proximidad constante de personas.

 

Más exploradores o más agresivos

 

"La ciudad favorece individuos más proactivos, más valientes, más exploradores o más agresivos", ha señalado el jefe de investigación y publicaciones científicas del Museu de Ciències Naturals de Barcelona, Joan Carles Senar, que ha colaborado en el estudio.

"Los carboneros de ciudad tienden a perder el miedo ya que no les ayuda a la hora de encontrar nuevos recursos, mientras que para las aves de campo esta emoción sigue siendo muy útil para escapar de los predadores", ha añadido Senar.

El trabajo, en el que se han examinado 192 ejemplares de carbonero común, es "el más importante y ambicioso realizado sobre cómo los entornos urbanos afectan al genoma y, por tanto, al material genético de los animales que viven en ellas", ha destacado el museo.