Greenpeace exige a España que lidere a la UE para que luche por la inclusión de la pesca en en el Tratado Global de los Océanos, cuyas negociaciones finales arrancan este lunes y hasta el próximo 26 de agosto en la sede de Naciones Unidad, en Nueva York.

 

Evite las presiones del sector pesquero

 

La orgnanización reclama un tratado "ambicioso" en el que se incorpore la pesca y pide al Ejecutivo español que evite presiones del sector pesquero para "alargar el estado actual de gobernanza de los océanos en el que tan solo se evalúa el 5 por ciento de la biodiversidad de peces en aguas internacionales y cuyo objetivo es la explotación comercial".

De esto modo, Greenpeace considera que para que un tratado sea "ambicioso" tiene que disponer de una red mundial de Áreas Marinas Protegidas; permitir que los estados, a través de la Conferencia de las Partes (COP), establezcan santuarios marinos, "libres de actividades destructivas como la pesca y la minería en aguas profundas"; y posibilitar que la COP tome decisiones por votación cuando no se llegue a un consenso.

Asimismo, también pide incluir a las Áreas Marinas Protegidas (AMPs) dentro de áreas completamente blindadas a la actividad humana; permitir que la COP decida qué actividades, como la pesca, está permitidas o prohibidas en la AMP; así como que pueda adoptar medidas provisionales o de urgencia para proteger, de manera inmediata, un área pendiente de su protección.

 

El objetivo 30x30

 

La organización avisa de que, tras 20 años de negociaciones, si no se logra un acuerdo "ambicioso" no se logrará el objetivo 30x30, es decir, tener al menos el 30% de los océanos protegidos para 2030.

Asimismo, recuerdan que, a lo largo de estas dos décadas, más de cien especies marinas han sido clasificadas en peligro "crítico" de extinción y que la actividad de la pesca industrial "ya cubre cerca del 55 por ciento de todos los océanos".