En pleno siglo XXI, cuando buena parte de la humanidad puede viajar por todo el planeta y el resto tiene acceso a un inagotable caudal de información audiovisual, el papel de los zoológicos como la única manera de conocer animales de latitudes lejanas va perdiendo todo su sentido. Sus labores científicas y de reproducción de especies en peligro pueden seguir justificando el mantener algunos animales cautivos, pero ya no así la de poder enseñárselos al gran público, que fue la principal razón del nacimiento de estas instalaciones en el siglo XVIII. Y ahora, además, una empresa propone los zoos sin animales.

Empleando tecnologías como la realidad virtual, realidad aumentada y en 3D, la imagen envolvente, el reconocimiento del movimiento, los hologramas o los mundos y superficies interactivos, eZoo, un proyecto que se desarrolla en Andorra, ofrece la posibilidad no sólo de contemplar animales salvajes en su hábitat natural, sino también de vivir la experiencia de hallarse en su entorno natural, junto a ellos. El sistema llega a aportar a la representación incluso olores.

El sistema emplea 3D, realidad aumentada y hologramas, e incluso puede aportar olores

"No queremos cerrar los zoos, sino conseguir que tengan más sensibilidad hacia el bienestar animal. Y que se acabe con la práctica de reproducir en cautividad a los mismos", señala a EcoAvant.com el responsable del área tecnológica de la empresa, José Antonio Fernández, para quien "a día de hoy existe tecnología audiovisual suficiente en el mercado como para llevar a cabo un proyecto de este calibre".

Según sus impulsores, los tres grandes objetivos del proyecto son la protección de la biodiversidad, el conocimiento científico y ofrecer una alternativa ética a los animales en cautividad. Este enfoque es el que ha llevado a dar su apoyo a la iniciativa al Instituto Jane Goodall, presidido por la primatóloga más conocida del mundo, Premio Príncipe de Asturias 2003 y declarada Mensajera de la Paz de las Naciones Unidas, entre muchas otras distinciones cosechadas en todo el planeta por su labor de investigación y concienciación desarrollada desde los años 1960.

Motivaciones éticas

La empresa se nutrirá de imágenes de los animales en libertad por medio de filmaciones de alta calidad realizadas en espacios naturales protegidos, en cuya conservación quiere implicarse por medio de la donación del 50% de los beneficios obtenidos a las fundaciones y ONG que trabajan en el estudio y preservación de la fauna en ellos. "Los contenidos servirán para formar, informar y divertir. Pasarán por filtros de comités científicos y éticos, ya que son la piedra angular del proyecto", quiere aclarar Olmo García, al cargo de esta parcela en la empresa.

Esta información, presentada en distintos formatos, podrá ser visualizada en línea y a través de la eZoo Experience en un "parque temático tecnológico para la observación y aprendizaje sobre los animales" donde se podrán vivir sensaciones y experiencias tan poco al alcance de la mayoría de las personas como "sumergirnos junto a una gran ballena azul o volar al lado de un halcón".

El personaje Cheempo ayudará a financiar la iniciativa, apoyada por el Instituto Goodall

En la actualidad, el proyecto está en plena campaña para tratar de encontrar sus primeros clientes. Sus impulsores están en conversaciones con diferentes parques zoológicos en distintos países para tratar de convencer a sus responsables de que el futuro de estos recintos está en la tecnología audiovisual.

Para sensibilizar y financiar el proyecto nació Cheempo, un personaje desarrollado en colaboración con el Instituto Jane Goodall. Se trata del primero de los eZOOns, figuras animadas cuyo objetivo es aproximar a los niños a los conceptos de la biodiversidad y la conservación de la naturaleza. El muñeco de peluche de este chimpancé, que puede ser contemplado virtualmente en su entorno natural por medio de diversas aplicaciones para móviles y tabletas, está a la venta a través de una campaña de micromecenazgo abierta en la plataforma Indiegogo.

La campaña está cerca de alcanzar los objetivos fijados. El 50% de lo recaudado por esta vía se destinará a financiar los proyectos tecnológicos y educativos de e-Zoo, mientras la otra mitad contribuirá a sufragar la tarea que el Instituto Goodall desarrolla de protección de los chimpancés y otros simios en diversos lugares de África.