El año nuevo comienza para muchos con el propósito de perder peso, especialmente si durante las fiestas navideñas se han cometidos excesos en la dieta. Ante esta situación, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aconseja comprobar previamente si realmente es necesario perder peso a través del Índice de Masa Corporal (IMC) y si es así, cuánto.

Además, en estos casos, la OCU recomienda establecer objetivos realistas y plantear el reto como un cambio de hábitos en lugar de como una pérdida rápida de peso, una promesa que algunos métodos y productos de adelgazamiento ofrecen, pero que en la mayoría de los casos suelen fracasar o incluso poner en peligro la salud del usuario.

La OCU alerta también de los errores más frecuentes que se cometen y que se deben evitar cuando se decide perder peso, tales como saltarse comidas, no realizando las cinco ingestas diarias (desayuno, comida y cena, más dos tentempiés a media mañana y tarde).

Entre una ingesta y otra deberían transcurrir, al menos, dos horas para que no se solapen. Las dietas excesivamente hipocalóricas son igualmente perjudiciales, ya que el organismo se adapta a periodos de carestía, de tal forma que cada vez es más difícil perder peso. El resultado es que en cuanto se aumenta un poco la ingesta calórica, se vuelve a recuperar el peso con más facilidad.

Culpar a alimentos concretos, aunque el peso viene determinado por el tipo de dieta general. No hay alimentos específicos que hagan engordar. En este sentido, seguir una dieta de proteínas y grasas es un error, porque se adelgaza, pero se corre el riesgo de dejar al organismo y al cerebro sin glucosa, provocando la aparición de acetona, algo que puede llegar a ser peligroso.

Recurrir a alimentos de alta densidad calórica, como las barritas energéticas, después de hacer ejercicio no sirve de nada, puesto que se estará recuperando todo lo que previamente se ha quemado. En la misma línea, mantener a régimen constantemente es una de las causas principales del abandono de las dietas por su monotonía.

El alcohol, totalmente prescindible si se quiere perder peso

El alcohol aporta más kilocalorías (kcal) por gramo que los hidratos de carbono o las proteínas. Una copa de whisky o ron aporta unas 350 kcal. En el caso de las bebidas fermentadas (cerveza, sidra o vino), el aporte calórico puede ser menor, pero son totalmente prescindibles si se quiere perder peso.

Determinar mal el peso ideal es otro error, la OCU recomienda fijar objetivos realistas, acorde al sexo y edad de cada persona. Al igual que usar pastillas para adelgazar o fármacos que solo se justifican en casos extremos y tiene graves efectos secundarios.

Al hilo, fiarse de productos adelgazantes o dietas milagrosas que prometen una bajada de peso sin esfuerzo y en tiempo récord. Lo mejor para perder peso es comer menos y hacer más ejercicio.

Por el contrario, la OCU recomienda seguir una serie de hábitos que ayudan a perder peso, centrados, sobre todo, en ajustar la dieta para reducir el número de calorías y, al mismo tiempo, incrementar la actividad física.

Comer de todo, sin eliminar alimentos, pero limitando las cantidades ingeridas; decantarse por preparaciones con menos grasa y más ligeras (al horno o al vapor mejor que frito o guisado); dar el peso que merecen a las frutas y verduras; optar por alimentos desnatados o versiones con menos grasa o menos azúcar (leyendo antes la etiqueta); y hacer más ejercicio son las claves para bajar de peso a la vez que se cuida la salud, según la organización.