Es verano. Hace calor y es temporada de terrazas y chiringuitos, cañas y helados. En definitiva, más kilocalorías y muchas veces menos ejercicio físico. Un panorama que parece incompatible con llevar una dieta sana y mantener a raya nuestro peso.

En ocasiones esos kilos que habíamos perdido en la fase de preparación, es decir, en la famosa “operación bikini” vuelven. Y muchas veces, acompañados de alguno más de los que ya teníamos.

¿Cómo podemos mantenernos y evitar tener que empezar de cero en septiembre con nuestra dieta?

1. Lo primero es organizarse. Habrá días que comas fuera de casa o que salgas a tomar algo, intenta disfrutar de esos momentos, pero nunca des un día por perdido. Es decir, si sales a cenar y has consumido kilocalorías en exceso, recuerda que tienes aún la comida y el desayuno para cuidarte. No hay que sentirse culpable por los excesos, simplemente hay que continuar el resto del día con una alimentación sana y equilibrada.

Además, siempre que sea posible, intenta ser constante en cuanto a los horarios de las comidas principales.

2. Alterna tus elecciones cuando comas fuera de casa. Algunas veces, puedes pedir refrescos bajos en calorías, zumos naturales (sin azúcares añadidos) o agua y, otras, alcohol (una caña, un tinto de verano, etc.). Pero siempre es bueno ponerse un límite como, por ejemplo, dos vasos al día, y respetarlo.

3. Los días de playa y piscina, lleva comidas ligeras en las que la verdura y la fruta sean las protagonistas. Ensaladas con trocitos de pavo o pollo, huevo cocido, gambas, macedonia, etc. 

4. Refréscate con helados. En la medida de lo posible, sustituye los helados de crema por polos de hielo de sabores o por granizados de frutas. De todas formas, por darse un homenaje de vez en cuando, una vez a la semana, con un helado de crema no sucede nada.

5. En las barbacoas y parillas, disminuye el consumo de productos grasos y elige carnes magras, pimientos, gambas o pescados como el bonito.

6. Evita el picoteo calórico llevando una fruta contigo. Así, evitarás caer en el picoteo calórico que suelen poner en los bares y para matar el gusanillo tendrás un alimento saludable.

Además, puedes aprovechar el verano para sacar el máximo provecho a las ensaladas, frutas y verduras.

7. A la hora de escoger platos en los restaurantes, ten en cuenta lo siguiente: 

  • No se recomienda elegir platos muy elaborados (carnes guisadas con salsas…), fritos, cocidos (fabada, potaje de garbanzos…), embutidos y carnes grasas (costillas, chuletas, entrecots) y postres dulces (caseros o industriales).
  • Se recomienda optar por platos sencillos, carnes o pescados a la plancha, al horno, al vapor o a la papillote, verduras en ensalada, a la plancha o al vapor, carnes poco grasas (pollo, pavo, conejo) y de postre, fruta o yogur natural.

Hay que intentar alternar entre pescado y carne (preferiblemente más pescado que carne) acompañados de verduras o ensaladas sencillas.

Siguiendo estos sencillos consejos, podrás disfrutar del verano sin renunciar a tu salud y manteniendo tu peso bajo control.