El Consejo y el Parlamento Europeo han alcanzado este martes un acuerdo para reducir el límite de exposición al plomo en el entorno profesional de 0,15 miligramos por metro cúbico (0,15 mg/3) a 0,03mg/m3 e introducir por primera vez topes a los diisocianatos --sustancias vinculadas a enfermedades respiratorias como el asma--, como refuerzo de la protección de la salud en sectores que se verán impulsados por la transición verde y los objetivos de neutralidad climática.

Estos químicos son utilizados con frecuencia en sectores clave de la transición ecológica que impulsa la UE, como la producción de baterías, vehículos eléctricos, materiales aislantes para la construcción o energía eólica

Este acuerdo provisional, que aún debe ser refrendado por ambas instituciones, busca limitar los efectos sobre los trabajadores de estos químicos utilizados con frecuencia en sectores clave de la transición ecológica que impulsa la UE, como la producción de baterías, vehículos eléctricos, materiales aislantes para la construcción o energía eólica.

Los colegisladores/as han respaldado en su texto los parámetros que ya planteaba la propuesta de la Comisión Europea para recortar el límite de exposición profesional de 0,15 miligramos por metro cúbico (0,15 mg/3) a 0,03 mg/m3.

 

Período transitorio de tres años

 

En cuanto al valor límite biológico, la directiva prevé un período transitorio de tres años --además del período de transposición de dos años-- durante el cual el límite se fijará en 30 microgramos por 100 mililitros de sangre. Después de este lapso, el valor límite biológico se deberá reducir a 15 microgramos por 100 mililitros de sangre.

Unos 100.000 trabajadores y trabajadoras en la UE están expuestos a esta sustancia que puede afectar seriamente a la salud, en especial en lo que se refiere a la función sexual y la fertilidad, y puede ocasionar daños en el desarrollo del feto y acarrear problemas en el sistema nervioso, los riñones, el corazón y la sangre

Según los datos del Ejecutivo comunitario, unos 100.000 trabajadores y trabajadoras en la UE están expuestos a esta sustancia que puede afectar seriamente a la salud, en especial en lo que se refiere a la función sexual y la fertilidad, y puede ocasionar daños en el desarrollo del feto. Asimismo, una excesiva exposición puede acarrear problemas en el sistema nervioso, los riñones, el corazón y la sangre.

Además, por primera vez se regularán los valores límite para los diisocianatos, de modo que se establezca un máximo de 6 microgramos NCO/m3 como concentración máxima de una sustancia en el aire que respira un trabajador o trabajadora durante un período de referencia de ocho horas, mientras que el umbral máximo para exposición a corto plazo (15 minutos) sea de 12 microgramos NCO/m3, unos valores que Bruselas revisará en 2029.