La Unión Europea defenderá la necesidad de instaurar un plan de tres años para la gestión de las poblaciones de atún en el océano Índico que incluya entre sus medidas recortes en las capturas, según ha informado Bruselas a un mes de la próxima negociación internacional que tendrá lugar entre los días 8 y 12 de mayo en el marco de la Comisión del Atún del Océano Índico (IOTC, por sus siglas en inglés).

La Comisión Europea, que representa al bloque europeo en estas negociaciones, advierte de que los datos científicos sobre la mesa revelan que la situación de los stocks y los niveles de pesca que se permiten "no son sostenibles", por lo que pedirá en la reunión internacional cambios en la gestión de los caladeros afectados.

"Queremos mejorar la conservación del atún y reducir drásticamente las actividades de pesca ilegal, no declarada y no regulada"

"Queremos mejorar la conservación del atún y reducir drásticamente las actividades de pesca ilegal, no declarada y no regulada", ha indicado en un comunicado el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, al explicar la propuesta comunitaria y que aboga por diseñar un plan multianual, una estrategia frecuente en otras organizaciones regionales de pesca pero que nunca se ha utilizado hasta ahora en la del océano Índico.

 

Plan plurianual de tres años

 

De este modo, los servicios comunitarios plantean un plan plurianual de tres años para una mejor gestión de los principales túnidos tropicales, lo que implicará recortes en la pesca de atún claro, atún patudo y bonito en línea con los umbrales recomendados por los dictámenes científicos.

La UE propone una reducción proporcional de las capturas teniendo en cuenta tanto el nivel actual de capturas de cada miembro de la IOTC como su estado de avance para garantizar que los países en vías de desarrollo reciban un trato justo.

 

Objeción a impedir dispositivos de concentración

 

El Ejecutivo comunitario también prevé presentar objeciones a la resolución adoptada por el IOTC el pasado febrero en contra de los dispositivos de concentración de peces (FAD, por sus siglas en inglés), utilizados para atraer a las poblaciones de peces hasta su captura; ya que considera que no debe restringirse este método pese a su impacto medioambiental y contaminación, sino trabajar para "minimizar" ese impacto.

Por ello, el bloque comunitario aboga por introducir el uso de dispositivos biodegradables, limitar el número de estos elementos que se puedan emplear y tomar medidas para reducir los dispositivos que acaban perdidos en el mar.

En el caso de los dispositivos más contaminantes deberán ser prohibidos gradualmente en beneficio de los modelos biodegradables que, según defiende Bruselas, estarán generalizados en el horizonte d 2027 gracias a los avances tecnológicos.