El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) ha capturado con sus cámaras el momento en el que un perro doméstico de grandes dimensiones se comía restos de una cabra en una zona entre Gijón y Villaviciosa en la que los vecinos habían denunciado la muerte de ganado y la habían asociado a la presencia de lobos.
A raíz de la denuncia de la existencia de lobos en Rioseco de Caldones, Fapas instaló cámaras para realizar un seguimiento fotográfico en la zona. Ocho meses después del inicio, no han obtenido "ninguna información sobre la supuesta presencia de los lobos en el entorno donde se denunciaron ataques al ganado".
En agosto de 2024 unos ataques a ganado fueron vinculados a la llegada del lobo a los territorios, con dos terneros muertos en un intervalo de unos 15 días. Ante las alegaciones de vecinos que afirmaban haber detectado indicios de la especie, principalmente huellas y excrementos, además de dos hembras paridas en las cercanías, y los ataques mencionados, se puso en marcha este estudio que cubría las etapas fenológicas más importantes del depredador.
En ocho meses se obtuvieron más de 32.000 imágenes que han sido procesadas y sometidas a estudio en dos zonas --la de Gijón y Villaviciosa y en la Sierra del Sueve--. Paralelamente, se evaluó también la posible presencia de la especie mediante la realización de transectos (recorridos para detectar indicios), como huellas o excrementos sobre una superficie lineal de 275 kilómetros.
"Se ha acusado la presencia de perros (domésticos) sin control humano utilizando el territorio, especialmente durante las horas nocturnas".
Los resultados obtenidos para la zona de daños en Gijón y Villaviciosa, en lo que a la identificación de indicios y presencia fotográfica de la especie se refiere, "han sido totalmente nulos", según Fapas.
Concluye la organización que "no se ha obtenido o detectado una sola foto de presencia confirmada o indicio compatible con la especie". No obstante, durante el transcurso del estudio "se ha acusado la presencia de perros (domésticos) sin control humano utilizando el territorio, especialmente durante las horas nocturnas".
Se trata de perros "con alta capacidad" de cometer ataques al ganado. En total fueron 48 contactos fotográficos nocturnos y 13 diurnos, sobre cero de lobos.
Daños que pueden haber sido causados por perros y no lobos
De estos resultados Fapas concluye que, potencialmente, los daños ganaderos ocurridos hace casi un año pueden haber sido causados por perros y no lobos.
No ha sido así en el segundo área de estudio, las montañas del Sueve, en donde los equipos de Fapas identificaron "con facilidad" la presencia de ejemplares de lobo, pero determinando también "una notoriamente menor presencia de ejemplares que lo que se valoró en su día cuando se reclamaron controles letales para paliar los daños".
El trabajo permitió localizar en secuencias fotográficas un máximo de dos ejemplares juntos, siendo lo normal en los 32 contactos fotográficos que solamente se identificara un ejemplar solitario. De la misma manera, se ha podido conocer que en las montañas del Sueve también aparecen perros durante la noche, si bien, su presencia podría estar relacionada con los perros que protegen al ganado.
Perros domésticos incontrolados
Según Fapas, la "presencia descontrolada" de perros domésticos en la naturaleza es un hecho "perfectamente contrastado" desde hace décadas "sin que nunca una administración tuviera en cuenta esta circunstancia".
Así, advierten de que se desconoce el impacto negativo de los perros domésticos sobre la ganadería asturiana, derivando en una serie de circunstancias que achacan ciertos daños a especies que no han tenido ninguna participación en estos, principalmente el lobo.
El estudio de Fapas desvela que esta problemática debería ser "muy tenida en cuenta" en la gestión del lobo en Asturias. "Es muy posible que cientos de daños al ganado que se atribuyen al lobo sean en realidad causados por perros domésticos", han asegurado.
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