A pesar del acuerdo de alto el fuego que debería detener el conflicto en la Franja de Gaza, han continuado los ataques israelíes, aunque de manera más aislada. Como consecuencia de estas ofensivas, casi 250 personas han sido asesinadas y unas 600 han resultado heridas desde que entró en vigor el alto el fuego el 10 de octubre.

Sumario

 

Si retrotraemos el total de víctimas hasta el comienzo del conflicto, el Ministerio de Sanidad gazatí estima que han muerto 69.169 personas y más de 170.600 han resultado heridas, una cifra que puede varía al alza de manera importante al desenterrar a centenares de víctimas mortales bajo los escombros de los edificios bombardeados por Israel.

 

Los ataques israelíes y el débil alto el fuego

 

Mapa de la incursión militar de Israel en Gaza, actualizado a 10 de noviembre, con las zonas de combate, avance terrestre / Imagen: EA

A pesar del acuerdo de alto el fuego alcanzado por ambas partes, las hostilidades no han terminado en la Franja de Gaza. Desde la firma de la tregua, Israel ha bombardeado varias zonas de Gaza entre acusaciones mutuas de ruptura de los acuerdos. Estos ataques han asesinado a unas 250 personas y han herido a más de 600 en el último mes. Con esta nueva actitud, Israel cesa y retoma el alto el fuego a conveniencia mientras lanza ataques concentrados contra lo que cataloga como objetivos terroristas.

La oleada más grave de estos bombardeos concentró ataques por toda la geografía de la Franja que dejaron más de un centenar de víctimas mortales, casi la mitad de ellas menores. Esta ofensiva tuvo especial incidencia en lugares tan sensibles como el campo de refugiados de Nuseirat o sobre ciudades tan golpeadas como Jan Yunis o la propia ciudad de Gaza.

Uno de los mayores puntos de discordia en el cumplimiento de los acuerdos ha sido la devolución de los cuerpos de los rehenes israelíes. Hamás ha entregado con cuentagotas los restos de los rehenes, con serias dudas sobre su identidad en muchos casos y con arduas quejas por la tardanza en su devolución.

Por el contrario, Hamás alega la dificultad para recuperar los cadáveres localizados por la situación de absoluta destrucción en que se encuentra la Franja, donde todavía restan cinco rehenes israelíes por localizar. Por su parte, Israel también ha devuelto casi trescientos cuerpos de prisioneros palestinos que mantenía en su poder, según el acuerdo de devolución que estimaba que Israel debía devolver quince palestinos por cada rehén israelí. Dentro de este intercambio de cadáveres, resulta de especial simbolismo la devolución de un soldado israelí que permanecía retenido en la Franja desde su muerte en agosto de 2014.

 

La catástrofe humanitaria y la falta de ayuda internacional

 

A pesar del cese de las hostilidades de manera generalizada, la escasez de suministros, alimentación y combustible es la rutina que preside la vida en Gaza. Varias organizaciones internacionales como Médicos sin Fronteras han denunciado la falta de ayuda humanitaria en la Franja, a la vez que exigen una llegada masiva de suministros para poder realizar su labor humanitaria y luchar contra la caótica situación de carestía que sufre la población palestina.

El fin de los bombardeos indiscriminados también ha supuesto un nuevo desplazamiento de la marea humana que ha recorrido Gaza durante los dos últimos años. En esta ocasión, este flujo de población empieza a volver poco a poco a sus hogares, con una mayor intensidad en el retorno a la capital gazatí, de donde debieron huir cientos de miles de personas para escapar de los bombardeos sufridos y la amenaza de invasión terrestre.

 

El ámbito regional del conflicto

 

Las ofensivas lanzadas por Israel y la mutua desconfianza entre ambas partes provocan una tensión generalizada por el temor internacional de que se rompa definitivamente ese débil alto el fuego que tanto ha costado forjar, de ahí que se presione a ambos bandos para que cumplan lo establecido en el acuerdo.

En mitad de la tregua, Israel también ha aprovechado para reanudar sus actividades en el Líbano, donde ha lanzado varios bombardeos en el sur del país, especialmente en las proximidades de la ciudad de Tiro. En estos ataques ha muerto una persona, mientras Israel ha justificado la intervención como una ronda de ataques contra puntos militares de Hezbolá. Para los israelíes, la milicia libanesa ha empezado a reconstruir sus infraestructuras en la zona fronteriza entre ambos países. Durante el fin de semana Israel repitió ataques en las inmediaciones de su frontera, enfrentamiento en el que murieron dos milicianos de Hezbolá.

En Cisjordania las hostilidades también han continuado con la muerte de un adolescente palestino por varios disparos del ejército. Desde comienzos de año, ya han muerto 56 personas en el territorio cisjordano a manos de ejército y colonos israelíes, unas prácticas que se han complementado con la demolición de cientos de viviendas en el campo de refugiados de Yenín que han desplazado por la fuerza a decenas de miles de personas en la estrategia de hostigamiento israelí contra la población palestina.