La Junta de Andalucía estudiará si sanciona a la Entidad Local Autónoma (ELA) de Zahara de los Atunes (Cádiz) que, en unión con la Asociación de Comerciantes (ACOZA), llevaron a cabo el pasado domingo la desinfección de las playas a base de agua mezclada con lejía en una proporción del 2%.

La intención era que los niños pudieran utilizar una playa “limpia” el primer día de su salida del confinamiento a consecuencia de la pandemia de coronavirus. La iniciativa no contaba ni con la autorización de la localidad matriz de Barbate, consistorio del que depende Zahara, ni de las delegaciones territoriales de Salud y Medio Ambiente, que ya preparan un expediente que puede acabar en una sanción económica por el daño medioambiental generado.

Tras conocer lo ocurrido, al haberse difundido por las redes sociales, el delegado territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Daniel Sánchez, envió a la zona a un agente de Medio Ambiente para valorar esta actuación que había sido realizada sin autorización medioambiental, ni sanitaria, según expuso el delegado territorial. Tras esa visita se ha reconocido que se fumigó la playa con tractores, empleando una disolución de hipoclorito sódico al 2%.

La Asociación de Voluntarios Medioambientales Trafalgar de Barbate prevé presentar una denuncia. Su portavoz, María Dolores Iglesias, ha apuntado que además de perjudicar la zona de nidificación de varias parejas de chortilejos patinegrosno ha quedado vivo ni un insecto, además de afectar esa disolución de agua y lejía a la flora silvestre que existía hasta ahora en esa zona de la costa zahareña.

El delegado de la Junta pidió “un poco de sensatez”, tras conocer esta desinfección realizada en la costa zahareña. Así, se preguntaba “cómo se puede fumigar una playa”, y sí “están sus autores pensando en lo que están haciendo”.

El concejal de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento de Barbate, Enrique Álvarez, señala por su parte que además de “ser un acto innecesario, al estar las playas actualmente totalmente inutilizadas y por ende, no infectadas, creo que este hecho puede suscitar una irregularidad contemplada ante un ataque al desarrollo sostenible y medios naturales de la localidad”.

El responsable de la Junta Vecinal, Agustín Conejo, ya ha tenido que reconocer que fue “una actuación equivocada”, y que fumigaron la playa con la mejor intención de proteger a los menores para que pudieran pasear junto al mar.

No solo una idea de Donald Trump

La organización Greenpeace ironizaba diciendo que el uso de la lejía “no es sólo una de las ideas de Trump, está ocurriendo en Zahara de los Atunes”.

Las dunas de la parte de la costa fumigada se caracterizan por ser espacios de nidificación del chorlitejo patinegro, un ave incluida en el Libro Rojo de las Aves de España y en el Listado de Especies Silvestres, con la categoría de Protección Especial. “Es una zona muy sensible donde cría todos los años el chorlitejo”, explica Sánchez.

De ahí que la Delegación tenía proyectado, justo antes de que se decretase el estado de alarma, la colocación de unos vallados de madera en las zonas de nidos de las dunas. Ahora, a la Administración andaluza le toca analizar si las rodaduras de los tractores o la desinfección ha podido tener alguna afectación para estas aves.

La conocida zona turística de Zahara de los Atunes, con 1.300 vecinos, ha estado rociando con desinfectante las calles de la localidad y ha instalado un arco de fumigación para los coches que entran. Hasta ahora, no ha tenido ningún caso positivo por coronavirus.