La Oficina Española de Integridad en Investigación (OEI) ha emitido un comunicado dirigido a toda la comunidad científica y académica de la Universitat de Barcelona (UB) en defensa de las once víctimas que han denunciado al catedrático emérito José Ramón Flecha García, vinculado al grupo CREA, por presunto abuso sexual, acoso laboral, violencia psicológica y explotación laboral.
El comunicado destaca que este caso se diferencia de otros por la existencia de una campaña organizada de hostigamiento dirigida a las víctimas, a los periodistas que investigan el caso y a quienes defienden públicamente a los denunciantes. Según la OEI, se están utilizando páginas web vinculadas a CREA y redes sociales asociadas a la UB para difundir información difamatoria y amedrentar a las personas denunciantes.
Además, se advierte que medios como Diario Feminista han sido empleados como instrumentos de intimidación, careciendo de independencia y rigor académico, lo que afecta directamente la credibilidad y seguridad de las víctimas.
La OEI subraya que desplazar el foco hacia otros debates constituye una maniobra de distracción que vulnera el derecho de las víctimas a que sus denuncias sean investigadas con las garantías correspondientes.
La asociación insiste en que la UB debe garantizar la protección de las víctimas y el cumplimiento estricto de los artículos 6.3 y 6.4 de su Código Ético, que prohíben expresamente la difamación, la intimidación y la coacción.
Medidas de la Universitat de Barcelona y exigencias de la OEI
El comunicado recuerda que la UB ha implementado medidas inmediatas ante las denuncias, incluyendo la cancelación del alquiler de espacios universitarios para el congreso European Conference on Domestic Violence, la desvinculación del dominio ub.edu de CREA y la ausencia de representación institucional en cualquier actividad vinculada al grupo o a los denunciados.
Además, la universidad ha establecido la monitorización de redes sociales desde perfiles vinculados a la UB para garantizar que no se violen los principios de su Código Ético.
La OEI considera que estas acciones son necesarias, pero insiste en que se adopten medidas adicionales para garantizar la protección integral de las víctimas y evitar cualquier tipo de coacción o hostigamiento que afecte su salud mental y derechos fundamentales. La asociación invita a toda la comunidad científica y académica a adherirse al comunicado, respaldando la exigencia de actuación clara, inmediata y conforme a los protocolos internos de la universidad.
El caso ha reabierto el debate sobre la responsabilidad institucional frente a denuncias de abuso y acoso, y plantea un desafío para la UB: proteger a las víctimas, garantizar la transparencia en la investigación y mantener la integridad de la institución frente a acusaciones de extrema gravedad.
Controversia por el congreso vinculado a CREA
La situación ha cobrado mayor relevancia con la inauguración del Congreso Europeo sobre Violencia Doméstica (ECDV) en Barcelona, presidido por la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza. El comité organizador incluía a miembros de CREA y AUCFEM, ambos vinculados al catedrático Flecha, actualmente investigado por la UB tras las denuncias de las víctimas.
Organizaciones feministas y académicas han criticado la participación de estas figuras, señalando que representa una contradicción entre el objetivo del congreso –analizar y prevenir la violencia de género– y la presencia de un grupo señalado por reproducir dinámicas de abuso y silenciamiento.
La profesora Noemí Pereda, del Grupo de Investigación en Victimización Infantil y Adolescente (GReVIA) de la UB, calificó la situación como un intento de utilizar la lucha contra la violencia como un escudo para silenciar denuncias internas.
En este contexto, RedUNE (Red de Prevención del Sectarismo y del Abuso de la Debilidad) se ha hecho eco del comunicado de la OEI, reforzando la exigencia de protección a las víctimas y subrayando la necesidad de una investigación exhaustiva y transparente, así como de medidas institucionales claras para evitar que espacios académicos y congresos legitimen comportamientos abusivos.
La OEI y RedUNE instan a la comunidad académica a adherirse a la petición y garantizar la protección de las víctimas, así como la integridad ética de la universidad.
En su página web, RedUNE recoge testimonios bajo seudónimo que describen con crudeza las experiencias vividas en CREA. Los relatos coinciden en señalar un patrón de aislamiento social, con presión para romper vínculos con familiares y amistades críticas, y de control emocional mediante dinámicas de presión grupal.
También se denuncian humillaciones públicas durante reuniones internas y amenazas veladas contra quienes intentaban abandonar el grupo. Algunos testimonios hablan incluso de un “ambiente de miedo constante” y de la dificultad de rehacer la vida personal y profesional tras su paso por la organización.