El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura ha aprobado un decreto por el que se declara a la montería y a la rehala en la región Bien de Interés Cultural en la región

El portavoz del Ejecutivo regional, Juan Antonio González, ha destacado que la montería y la rehala son dos actividades que tienen un "carácter histórico" en Extremadura, dan un valor indentitario y tienen un "gran alcance económico".

 

Genera empleo riqueza

 

Asimismo ha manifestado el apoyo de la Junta de Extremadura a la caza, ya que es una actividad y un sector "importantísimo" que genera empleo, riqueza y contribuye a fijar población al territorio.

En este sentido, ha recalcado que la caza es un elemento necesario en el equilibrio de los ecosistemas y ha añadido que, como actividad, juega un "importante papel" en el desarrollo regional.

De este modo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno ha hecho hincapié en que, en la región, uno de cada tres hogares tiene una licencia de caza o de pesca, con unas 70.000 licencias de caza.

Por otro lado, ha señalado que el sector de la caza mueve en Extremadura en torno a 400 millones de euros, cantidad que representa más del 2 por ciento del PIB.

 

Sector fundamental para mantener la biodiversidad

 

"Desde la Junta de Extremadura consideramos a la caza un sector fundamental para mantener la biodiversidad en nuestra región pero también un sector fundamental por el trabajo, por el empleo que genera y la importancia que tiene en nuestra economía", ha señalado.

El Ejecutivo regional ha señalado que la actividad cinegética son "usos, costumbres, expresiones, conocimientos y técnicas", unos aspectos que se recogen en el artículo 2 de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.

Se entiende por montería una modalidad de caza mayor consistente en batir una superficie de terreno, denominada mancha, mediante recovas o rehalas de perros y batidores que levantan las piezas para dirigirlas hacia los cazadores situados en puestos fijos.

Por su parte, por lo que respecta a las rehalas, se trata de una agrupación de perros de caza que, dirigidos por un perrero o podenquero, se utiliza habitualmente para batir las manchas en monterías, ganchos y batidas.