Un tribunal de Irán ha condenado este martes a penas de entre cuatro y diez años de cárcel a ocho ecologistas acusados de espionaje y colaborar con Estados Unidos, según ha confirmado el portavoz del aparato judicial iraní, Gholamhosein Esmaili.

Esmaili ha resaltado que las condenas contra los ecologistas, algunos de ellos con doble nacionalidad iraní y también británica o estadounidense, son finales y que no cabe apelación, tal y como ha recogido la agencia iraní de noticias Tasnim.

Los acusados fueron detenidos entre enero y febrero de 2018 y son miembros de un grupo local de la Fundación Patrimonio de la Vida Silvestre Persa (PWHF, por sus siglas en inglés, que entre otros cometidos estudia y protege al guepardo en el país asiático).

Todos ellos fueron arrestados por la Guardia Revolucionaria por utilizar cámaras para grabar especies protegidas, según denunciaron varios familiares en noviembre tras el fallo de un tribunal de primera instancia.

Las autoridades los han acusado de recabar información clasificada sobre las áreas estratégicas del país bajo el pretexto de estar llevando a cabo proyectos científicos y medioambientales.

Poco después de su arresto, la Justicia iraní señaló que Kavous Seyed-Emami, un ciudadano iraní-canadiense, destacado ambientalista y director de PWHF, se había suicidado debido a las pruebas en su contra.

La ONG Amnistía Internacional había alertado de que hay pruebas de que los activistas estaban siendo sometidos a torturas para que se inculparan y calificó el juicio en su contra de "gravemente injusto".