Se declaraba defensor de la transparencia y la austeridad, pero no predicaba con el ejemplo. François de Rugy, ministro francés de Transición Ecológica y Solidaria, ha sido acusado de ofrecer lujosas cenas pagadas con dinero público mientras era presidente del Parlamento. Pese al escándalo, el presidente Macron lo mantiene de momento en su puesto del gabinete. 

El escándalo se desató cuando el medio digital Mediapart publicó que el ahora ministro organizaba ostentosas recepciones cuando era presidente del Parlamento y que gastó decenas de miles de euros del erario público para renovar su apartamento ministerial.

El portal aseguró que De Rugy y su esposa Séverine fueron los anfitriones de una docena de cenas de lujo. En las fotos publicadas por el medio de comunicación se puede ver lo que parece una celebración de San Valentín, con el ministro y su mujer sentados en una mesa decorada con pétalos de rosa sobre la que se sirvieron langostas y caros vinos, como el Chateau Mouton Rothschild, que según registró RFI, "provienen de las bodegas de la Asamblea y tienen un valor superior a los 500 euros".

El ministro de Transición Ecológica replicó a Mediapart asegurando que la cenas forman parte de las obligaciones del cargo. “Una parte importante del cargo de presidente de la Asamblea Nacional consiste en un trabajo de representación. (…) Esa misión de representación lleva regularmente el presidente de la Asamblea Nacional a acoger, conocer y compartir con responsables políticos, franceses o extranjeros, locales o nacionales, representantes de la sociedad civil, así como personalidades del mundo económico y mediático”, argumentó.

Aún no se había apagado esta polémica cuando ‘Mediapart’ difundió que el ministro habría pagado, también con dinero público, unos 63.000 euros en obras realizadas en su apartamento ministerial del Hôtel de Roquelaure, en el distrito 7 de París. El dinero se invirtió en pintar de nuevo la vivienda y cambiar los baños. Además, De Rugy instaló un gran vestidor, cuyo precio se elevó a casi 17.000 euros. El ministro alega que todos los gastos se hicieron siguiendo los trámites establecidos y que el apartamento estaba "vetusto". 

Vivienda social

Otra investigación de Mediapart provocó la dimisión de su directora de gabinete, Nicole Klein, luego de que se revelara que ocupaba una vivienda social en París desde 2001, cuando ya era alta funcionaria, y que la conservó de 2006 hasta 2018, época en la que ni siquiera vivía en la capital francesa.

El ministro, de 45 años, fue miembro del Partido Verde y también activista ambiental, y desde su cargo asumió la tarea de garantizar la transición de Francia a energías limpias. Su antecesor en el cargo, Nicolas Hulot, dimitó del puesto el año pasado alegando la falta de avances que a su juicio se han logrado en esta materia en el año que lleva en el cargo.

"¿Hemos comenzado a reducir el uso de pesticidas? La respuesta es no. ¿Hemos comenzado a controlar la erosión de la biodiversidad? La respuesta es no. ¿Hemos comenzado a ponernos en situación de frenar la artificialización de los suelos? La respuesta es no", lamentó, un antiguo ecologista.

Por ello, dijo, "por primera vez voy a tomar la decisión más difícil de mi vida". "No quiero seguir mintiéndome. No quiero dar la ilusión de que mi presencia en el Gobierno significa que estamos a la altura de estos problemas y por tanto tomo la decisión de abandonar el Gobierno", argumentó.