En un estudio publicado en PNAS , un equipo multidisciplinario de científicos estima que un calentamiento global de los océanos de 436 x 1021 julios ha ocurrido desde 1871 hasta el presente, aproximadamente 1.000 veces el consumo mundial de energía primaria en el mundo.

Las estimaciones respaldan la evidencia de que los océanos están absorbiendo la mayor parte del exceso de energía en el sistema climático que surge de los gases de efecto invernadero emitidos por las actividades humanas. "Nuestra reconstrucción está en línea con otras estimaciones directas y proporciona evidencia del calentamiento del océano antes de la década de 1950", dice la profesora Laure Zanna (Física), quien dirigió el equipo internacional de investigadores.

Una anomalía en la temperatura de la superficie del mar

La técnica de los investigadores para reconstruir el calentamiento del océano se basa en un enfoque matemático desarrollado originalmente por el profesor Samar Khatiwala (Ciencias de la Tierra) para reconstruir la captación de dióxido de carbono (CO2) hecha por el hombre por el océano.

El profesor Khatiwala dice: "Nuestro enfoque es similar a 'pintar' diferentes trozos de la superficie del océano con tintes de distintos colores y controlar cómo se propagan en el interior a lo largo del tiempo. Luego, podemos aplicar esa información a cualquier otra cosa, por ejemplo, anomalías de calor o de carbono provocadas por el hombre, que se transporta por la circulación oceánica".

Si sabemos cuál fue la anomalía de la temperatura de la superficie del mar en 1870 en el Océano Atlántico Norte, podemos averiguar cuánto contribuye al calentamiento en, por ejemplo, el Océano Índico profundo en 2018. La idea se remonta a casi 200 años hasta el matemático inglés George Green.

La nueva estimación sugiere que en los últimos 60 años, hasta la mitad del calentamiento observado y el aumento asociado del nivel del mar en las latitudes bajas y medias del Océano Atlántico se deben a los cambios en la circulación oceánica. Durante este periodo, se ha acumulado más calor en latitudes más bajas de lo que habría sido si la circulación no estuviera cambiando. Mientras se identifica un cambio en la circulación oceánica, los científicos no pueden atribuirlo únicamente a los cambios inducidos por el hombre.

Queda mucho trabajo por hacer para validar el método y proporcionar una mejor estimación de la incertidumbre, particularmente en la parte anterior de la reconstrucción. Sin embargo, la consistencia de la nueva estimación con las mediciones directas de temperatura da al equipo confianza en su enfoque.

La profesora Zanna señala: "Estrictamente hablando, la técnica solo es aplicable a marcadores como el carbono artificial que se transporta de forma pasiva por la circulación oceánica. Sin embargo, el calor no se comporta de esta manera ya que afecta a la circulación al cambiar la densidad del agua de mar. Nos sorprendió gratamente lo bien que funciona el enfoque. Abre una nueva y emocionante forma de estudiar el calentamiento del océano además de usar mediciones directas".

Y añade: "Este trabajo ofrece una respuesta a una brecha importante en el conocimiento del calentamiento del océano, pero es solo un primer paso. Es importante comprender la causa de los cambios en la circulación oceánica para ayudar a predecir patrones futuros de calentamiento y aumento del nivel del mar".