El cadáver atropellado de un lince ibérico fue hallado en la tarde del pasado 7 de enero en el kilómetro 26,800 de la carretera CM-3200 que une Castellar de Santiago con Torre de Juan Abad (Ciudad Real), según confirmaron los responsables del proyecto Iberlince, financiado por la Unión Europea.

Las mismas fuentes apuntan que el ejemplar, el primero que fallece en estas circunstancias este año en la provincia, nació en 2017, y ha sido trasladado al centro de recuperación El Chaparrillo de Ciudad Real, donde se realizará la necropsia.

El proyecto Iberlince de reintroducción del lince ibérico en Castilla-La Mancha desarrolla, entre otras actividades, campañas para concienciar a los conductores sobre la necesidad de tomar precauciones en las zonas de paso de linces para reducir el número de atropellos.

Este lunes, la Junta de Andalucía confirmaba el primer lince muerto por atropello en 2018. El cadáver fue localizado también el pasado domingo, 7 de enero, en la A-316, a su paso por Torredelcampo (Jaén).

En 2017 murieron un total de 35 linces en España. El 60 por ciento de los ejemplares fallecidos fueron atropellados y al menos cinco murieron por culpa de los furtivos, tras el hallazgo a finales de diciembre de una hembra con numerosos impactos de perdigones por parte de técnicos del proyecto Life Iberlince en Villafranca de Córdoba.

Eutanasia a una veterana

Además, el Centro de Cría del Lince Ibérico de El Acebuche, ubicado en Almonte (Huelva) y referencia en el programa de cría en cautividad de la especie, hizo público el pasado 28 de diciembre que unos días antes había procedido a la eutanasia de una hembra llamada Boj, un ejemplar nacido en el medio natural hace 12 años y que fue uno de los primeros ejemplares que formó parte del proyecto de cría en cautividad para reintroducir ejemplares en la naturaleza.

Pese a todos estos contratiempos, y a que los responsables de la protección de la especie consideraron el año pasado como "dramático", el lince ibérico, el felino más amenazado del mundo, ha visto gracias a este proyecto aumentar sus poblaciones en libertad hasta más de 300 ejemplares, lo que le permitió abandonar en 2015 la categoría 'En peligro crítico' para pasar a la de 'En peligro' en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).