Activistas de Extinction Rebellion han cubierto este domingo la calzada frente al Congreso de los Diputados de cadáveres para visibilizar las causas de muerte relacionados con la crisis climática.

Entre ellas, la organización ha representado la deshidratación, el golpe de calor extremo o la insuficiencia respiratoria, a través de cadáveres frente al Congreso en una acción para visibilizar la emergencia climática.

Los activistas han cubierto la plaza de las Cortes con personas tumbadas bajo sábanas blancas, fingiendo estar muertas, para simbolizar a las víctimas "pasadas, presentes y futuras" de la crisis climática.

Además, con esta acción, Extinction Rebellion busca poner de relieve "algunas de las formas letales que adopta este cambio en el clima".

Inacción y muerte

 

Bajo el lema Inacción = muerte, esta iniciativa, "respetuosa con las medidas de seguridad sanitaria" según los organizadores, da el pistoletazo de salida a una semana de rebelión que durará del 1 al 6 de noviembre. Estos actos de desobediencia civil ya han ocurrido en otros países, como Reino Unido, o en otras ciudades del nuestro, como Barcelona, Granada o Santander.

La organización asegura que la crisis climática causa y causará miles de millones de muertes. "No hablamos de osos polares al otro lado del mundo. Hablamos de todos los fallecidos estos meses por la COVID-19, causada por la deforestación y el comercio de animales salvajes que han roto la barrera de seguridad que nos protege de las pandemias: la biodiversidad", señala el manifiesto leído durante la protesta.

El comienzo de las movilizaciones en Madrid se produce casi un mes después de las homólogas de otros grupos descentralizados que componen Extinction Rebellion España. "Pospusimos las acciones por la situación de incertidumbre, pero no podemos quedarnos parados indefinidamente ante la situación crítica de los ecosistemas", han dicho desde la organización.

El objetivo de Extinction Rebellion es que "se diga la verdad sobre lo urgente de la crisis climática; reducir las emisiones y el consumo drásticamente; y que se pongan en marcha asambleas ciudadanas para desbloquear la toma de decisiones".

Respetando las restricciones sanitarias

 

La primera de las acciones tuvo lugar este domingo, 1 de noviembre, en Madrid, a las 11.45 horas en la Plaza de Canalejas, bajo el lema Inacción = muerte. Lunes 2 de noviembre, tendrá lugar por la tarde, concretamente a las 17:00 horas, la acción Mareas, que estará basada en una obra artística sobre los mares y se realizará en la Plaza de Callao.

Estas y todas las acciones previstas entre el 1 y 6 de noviembre se realizarán respetando las restricciones sanitarias y teniendo en cuenta el uso de geles hidroalcohólicos, mascarillas y distancia de seguridad.

"La semana de rebelión estaba programada para principios de octubre y se pospuso por la situación de incertidumbre pero no podemos quedarnos parados indefinidamente ante la situación crítica de los ecosistemas", explican desde XR.

Más pérdida de biodiversidad, más pandemias

 

Las movilizaciones tienen dos principales enfoques: la inacción supone la muerte y la pérdida de biodiversidad conlleva un aumento del número de pandemias. Sobre el primer enfoque, XR señala que en 2019 hubo 25 millones de desplazamientos provocados por desastres ecológicos, según el Centro para el Monitoreo del Desplazamiento Interno.

Además, alerta que en España habrá más de 200.000 personas expuestas a los estragos provocados por el aumento del nivel del mar para mitad de siglo. El segundo enfoque pretende arrojar luz sobre el coronavirus. El colectivo indica que hay una relación directa entre la pérdida de biodiversidad y el aumento del número de pandemias.

"Unos ecosistemas sanos y funcionales son la mejor barrera de contención frente a estos peligros para la salud", comentan desde XR. El colectivo considera que los problemas derivados del colapso ecológico agudizan el contexto de crisis sanitaria y hacen urgente la movilización. Este tipo de acciones ya se han realizado en otros países como Reino Unido e incluso en puntos de España, como Barcelona, Granada o Santander.

Estas reivindicaciones tienen como objetivo conseguir una recuperación verde tras el coronavirus y eso creen que deben pasar por implementar sistemas de democracia "más robustos", como asambleas ciudadanas que, asesoradas por la comunidad científica, sean capaces de tomar decisiones que contengan la crisis climática.