¿Forma parte el medio ambiente de tus preocupaciones cotidianas?

¡Claro que me preocupa! Pero no sólo porque de él depende la vida de todos nosotros y el futuro de la especie humana: me preocupa la naturaleza en sí misma y el conjunto de especies que la conforman. El ser humano sólo es una más entre millones. La naturaleza no es un instrumento a nuestro servicio, una mera fuente de recursos, sino la red de vida a la que pertenecemos.

¿Cuánto te preocupa en una escala de 0 a 10? (siendo 10 lo que más te preocupa en la vida y 0 algo que te tiene absolutamente sin cuidado)

Un 10. No hay nada que me preocupe más. Dependemos de la naturaleza para todo: el aire que respiramos, el agua que bebemos, la comida, el hogar, la salud, la energía, los materiales con los que construimos todos los objetos que tenemos. Y el resto de especies que comparten este planeta con nosotros dependen de ella también.

¿Cuál de estos problemas te preocupa más: el cambio climático, la contaminación ambiental y los residuos, la desaparición de las especies, el agotamiento de recursos del planeta, la destrucción de mares o bosques, o algún otro?

Todos son el mismo problema, y se resumen en que el ser humano es un animal tan egocéntrico y orgulloso que su propio egoísmo le ciega y no le deja comprender el mundo en el que vive. Creemos que la naturaleza es una mera fuente de recursos y la explotamos sin consideración alguna; creemos que las otras especies de animales sólo existen para servirnos, y las sometemos o exterminamos. Nos creemos superiores y con derechos sobre todo cuanto existe. Podríamos haber creado una civilización basada en el respeto, la simbiosis y la convivencia, pero hemos construido un sistema que se basa en el dominio de la naturaleza, y también en la explotación de unos seres humanos por otros.

¿Sabes qué es el Protocolo de Kioto?

Uno de nuestros intentos fracasados de paliar el cambio climático. No tengo esperanzas de que logremos hacer nada en serio para frenarlo.

¿Qué acciones cotidianas realizas en favor del medio ambiente?

Decidí hace años no tener hijos. La especie humana se reproduce demasiado, consume demasiados recursos y ocupa demasiado espacio. Si fuéramos inteligentes y sensibles, abordaríamos con urgencia la cuestión de la reproducción, ya que nuestra superpoblación es la causa última del cambio climático, de la contaminación y de la extinción masiva de especies. Deberíamos discutir públicamente sobre esta cuestión y generar un compromiso para reducir voluntariamente nuestro crecimiento demográfico. El planeta no existe sólo para nosotros, sino que lo habitan una red de millones de formas de vida. No podemos exigir tantos recursos para una única especie. Tenemos que comprender que no somos el centro de la naturaleza, y retirarnos a un lugar más humilde.

Además, no consumo carne desde hace 18 años. Y ahora estoy en proceso de dejar de consumir huevos y lácteos, y me pregunto por qué hay tantos huevos y lácteos en todo tipo de productos alimentarios. La cría de animales para consumo no sólo causa sufrimiento físico y psicológico a los animales, sino que es altamente contaminante. También reciclo, y no tengo vehículo privado.

¿Y en qué crees que podrías mejorar en este terreno?

Tengo el proyecto de cultivar un pequeño huerto ecológico. Estoy comenzando a aprender, pero es un largo viaje. Y, por supuesto, habría muchísimas otras cosas a mejorar.

¿Sigues algún criterio social o ambiental a la hora de comprar?

Intento comprar productos que no hayan dañado a animales, y también productos ecológicos y de proximidad.

¿Tienes algún dispositivo de ahorro energético o fuente de energía renovable en tu domicilio o empresa?

Tengo una vivienda muy luminosa, así que durante el día apenas necesito encender la luz. La Universitat Autònoma de Barcelona, donde trabajo, está experimentando con nuevos diseños de edificios que permitan ahorrar más energía. Vuestra revista se hizo eco de ello este mismo año.

¿Usas habitualmente el transporte público, te desplazas a pie o en bicicleta?

No tengo coche ni moto. Voy a todas partes a pie o en transporte público.

¿Crees que el progreso económico tal y como lo conocemos es compatible con la sostenibilidad?

Yo no creo que en el sistema en el que vivimos ahora haya progreso económico. Nuestro sistema destruye la naturaleza, extermina especies enteras de animales y plantas, causa una creciente desigualdad económica entre los seres humanos y provoca guerras continuamente. No tengo la receta mágica para proponer una alternativa, pero creo que deberíamos ser capaces de examinar qué elementos de nuestra sociedad son positivos y cuáles no lo son, y diseñar un cambio radical. Por supuesto que en nuestra sociedad hay bienes fundamentales a preservar, como la ciencia, la medicina, internet, la democracia y las teorías que defienden los derechos humanos, los derechos animales y la ética ecológica. Pero nuestra sociedad necesitaría liberarse de todas las formas de dominio y de explotación, y encaminarse a una forma de convivencia basada en el respeto y la simbiosis.

¿Colaboras con alguna organización que trabaje en favor del medio ambiente?

Colaboro con el movimiento animalista desde que era joven, y soy socia del Proyecto Gran Simio, que defiende los derechos de nuestros hermanos, los grandes simios, gravemente amenazados de extinción. Por otra parte, cuando era estudiante, colaboré durante unos años con Amnistía Internacional como voluntaria de un grupo local. También he sido socia de varias ONG humanitarias, pero con las sucesivas bajadas de sueldo, al final tuve que dejarlo.

¿Realizas alguna actividad habitual profesional o de ocio en la naturaleza? ¿Cuál?

En mis clases de filosofía en la universidad siempre incluyo temáticas de ética animal, ética ecológica y derechos humanos, y trato de mostrar a los alumnos que estos temas están íntimamente relacionados entre sí. También enseño estética de la naturaleza: aprender a apreciar de manera profunda sus cualidades estéticas estimula el compromiso ético, mientras que la estética superficial en la que a veces vivimos, en que los paisajes naturales no son más que una postal para vender coches o perfumes, refuerza su explotación. También he publicado libros y artículos de temática animalista y ecologista. Más allá del trabajo, pasear bajo los árboles o junto al mar es para mí uno de los mayores placeres que existen.