La población china vive en un ambiente tóxico en sus propios hogares debido a los altos índices de productos químicos que contienen los materiales con los que se fabrican algunos bienes de consumo –como puede ser un televisor, un mueble, un juguete o un vestido–, según ha alertado Greenpeace.

La organización medioambiental ha llegado a esta conclusión después de realizar una investigación en las urbes de Pekín, Shanghái, Cantón, Shenzhén y Changshá. Durante marzo y abril, Greenpeace recopiló polvo de un total de 11 viviendas y envío las muestras a un laboratorio independiente de los Países Bajos para que analizaran si contenía las sustancias químicas peligrosas siguientes: ftalatos, retardantes de llama bromados (en concreto, los aditivos PBDE y HBCD), compuestos orgánicos de estaño y productos químicos perfluorados (PFC).

"Los resultados revelan que los cuatro grupos químicos altamente peligrosos existen en cada una de las 11 muestras de polvo; no hubo ninguna limpia", explica la activista Ella Wang, especializada en tóxicos.

Puede causar problemas del sistema endocrino, nervioso o reproductivo

Si bien se desconocen con exactitud las consecuencias de la exposición diaria a estos químicos, estudios científicos han demostrado que es perjudicial para la salud, ya que puede causar problemas en el sistema endocrino, inmunológico, nervioso o reproductivo, tal y como explica Wang.

 

Una conquista dañina

 

"Es aterrador darse cuenta de que la presencia de productos químicos peligrosos aumenta y que la regulación de China sobre éstos esté bajo mínimos", afirma Wang. En el país asiático, a diferencia de lo que ocurre en otros como los de la Unión Europea donde incluso se han comprometido a acabar con los químicos presentes en los artículos, las autoridades no han promulgado casi ninguna regulación, a excepción de una limitación de los PBDE en la fabricación de aparatos electrónicos.

Cada año se producen y utilizan en todo el mundo alrededor de 100.000 tipos diferentes de productos químicos. En China, más de 45.000 se registran en el Catálogo Oficial de Sustancias Químicas, la mayoría de los cuales, más del 90%, no ha pasado ningún control sobre los efectos para la salud y el medio ambiente. "China acelerará su caída hacia un futuro tóxico si no se inicia la regulación del uso de estas sustancias químicas ahora", sentencia Wang.

Greenpeace ha enviado el informe al Gobierno chino instándole a tomar medidas al respecto, concretamente pide la creación de un sistema de gestión de los químicos basado en el "principio de precaución" –para proteger el medio ambiente– y el de "sustitución" –cambiar los productos peligrosos por otros que no lo sean–. Además, considera de vital importancia que se elabore una lista con los nombres de las sustancias tóxicas. Asimismo, también reclama a las compañías que dejen de usarlas, y más estudios científicos en este campo.