La proposición de ley conjunta apoyada por cinco de los siete grupos del Parlamento catalán para prohibir en la comunidad autónoma los espectáculos circenses con animales ha puesto de nuevo sobre la mesa el debate sobre los derechos de los habitantes no humanos del planeta.

Cataluña será la primera autonomía en vetar los circos con animales en su territorio, pero 133 municipios, de ellos 99 catalanes (en los que vive el 70% de la población de la comunidad), ya habían adoptado con anterioridad una medida similar.

Además de Barcelona, ciudades como Palma de Mallorca, Vitoria-Gasteiz (la capital del País Vasco), Marbella (Málaga) o Colmenarejo (Madrid) ya no volverán a ver saltar tigres y leones a través de aros en llamas, osos pedaleando en una bicicleta o elefantes apoyándose sobre un taburete sobre una sola de sus patas.

La medida ya había sido adoptada anteriormente por 133 municipios de toda España

Cataluña había abanderado de nuevo las reivindicaciones de los defensores de los animales al prohibir en 2010 y mediante la misma ley las corridas de toros, aunque no otros espectáculos taurinos menos cruentos considerados tradicionales en algunas de sus comarcas, llamados en catalán correbous.

En esta ocasión, CiU, ERC, PSC, ICV-EUiA y la CUP han sumado sus fuerzas para introducir un nuevo apartado en el capítulo 6 de la Ley de Protección de los Animales que extiende su aplicación a los circos, aplicando un compromiso preelectoral adquirido con la organización animalista Libera. Sólo el PP y Ciutadans se han opuesto a la medida.

El circo con o sin animales, un espectáculo con muchos siglos de historia (hay vestigios de espectáculos acrobáticos de más de 3.000 años de antigüedad) es considerado un verdadero patrimonio cultural en algunos países. Sin embargo, casi nadie pone en duda que los ejemplares de fauna exótica obligados a repetir piruetas durante una vida de continuos viajes en permanente reclusión en jaulas sufren cuando menos un importante estrés e incomodidades y, en ocasiones, incluso duros malos tratos físicos durante su proceso de entrenamiento.

Derechos del animal

Por ello, la prohibición de emplear animales en los espectáculos circenses ya había sido prohibida con anterioridad en un buen número de países, aunque éstos sigan siendo una minoría a nivel internacional. Según Ecologistas en Acción, el circo con animales ya está fuera de la ley en Canadá, Finlandia, Suiza, Suecia, Dinamarca o la ciudad de Río de Janeiro (Brasil), próxima sede olímpica.

Según diferentes recuentos realizados por ONG animalistas, también Bolivia, Países Bajos, Austria, Israel, Singapur, Costa Rica, India, El Salvador, Colombia, Perú, Eslovenia, Polonia, Grecia y Croacia (último país en ingresar en la UE) han legislado de una u otra forma contra los espectáculos con animales, aunque en ocasiones sólo se hayan vetado los realizados con algunas especies concretas, como simios, osos, grandes felinos o especies autóctonas o amenazadas. Y Brasil no permite ya entretenimientos públicos con especímenes marinos.

Una veintena de países y decenas de ciudades en el mundo también los han vetado

En otros países, la prohibición total nacional todavía está por llegar, pero se han aprobado gran número de normativas regionales o locales. En Estados Unidos se ha actuado legislativamente en 35 municipios de 18 estados. Lo mismo ha sucedido en dos centenares de localidades británicas.

Frente a los defensores de los circos como elementos del patrimonio cultural, los adversarios del uso de animales en espectáculos esgrimen estudios como el realizado por la Sociedad Real para la Prevención de la Crueldad a los Animales en el Reino Unido, que se publicó en la revista Science en 2008, y que concluyó, tras revisar los casos de más de 4.500 elefantes, que cuando estos animales pasan su vida en cautividad pueden llegar a vivir hasta 40 años menos que aquellos que viven en libertad en Asia y África.

También recuerdan que la Declaración Universal de los Derechos del Animal (1978), aprobada por la Unesco y la ONU, afirma en su artículo 4: "(a) Todo animal perteneciente a una especie salvaje, tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático y a reproducirse. b) Toda privación de libertad, incluso aquella que tenga fines educativos, es contraria a este derecho". Y que, en el 10, establece que: “a) Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre. b) Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirvan de animales son incompatibles con la dignidad del animal”.

En los últimos años, la creciente sensibilidad contra la explotación de los animales ha hecho surgir numerosas compañías que realizan espectáculos circenses sin emplearlos. Entre ellas destaca por su fama mundial Le Cirque du Soleil, pero también trabajan sin animales el Circ Cric (Premio Nacional de Circo de Cataluña 2005), el Circo Flying High, el Lazer Vaudeville, Les Colporteurs o el Circo Mexicano, entre muchos otros. Se puede consultar una lista de los mismos recogida por la ONG PETA en la web de su campaña contra los espectáculos que los usan.