En la India llevan más de 15 años pavimentando carreteras con plástico. Una de las primeras iniciativas de este tipo se llevó a cabo en la calle Jambulingam, en Chennai (la antigua Madrás), la cual soporta desde hace una década larga las inundaciones monzónicas y el vibrante tráfico urbano sin mostrar señales de deterioro. “La calle Jambulingam es la mejor que he visto en la ciudad. Mientras muchas otras se han dañado, esta se ha mantenido en buenas condiciones durante años”, comenta el conductor de rickshaw N. Chidambaram. A día de hoy, se han pavimentado de esta forma más de 30.000 kilómetros de vías en todo el país.

Añadir polímeros al asfalto no es una idea nueva y existen diferentes métodos para mezclar plástico con el alquitrán. En Europa se conocen estos compuestos desde los años 70 y en Estados Unidos se han utilizado con múltiples fines (reducción de ruido, refuerzo para soportar altas o bajas temperaturas). También se ha empleado en diferentes países árabes, ya que el asfalto reforzado con polímeros no se daña hasta los 66 grados centígrados, a diferencia del asfalto normal, que sólo resiste hasta los 50,2.

Por cada kilómetro construido se usa el equivalente a un millón de bolsas 

En América, las carreteras de plástico están hechas de alquitrán y polímeros nuevos, cuyo mayor problema es su alto coste. Una de las mezclas más usadas, el estireno-butadieno-estireno, puede incrementar el precio de una carretera entre un 30% y un 50%. Sin embargo, en la India se ha desarrollado otro método que utiliza polímeros de grado bajo o desechados (residuos plásticos) para incorporarlos al asfalto. De esta forma, por cada kilómetro de carretera construida se usa el equivalente a un millón de bolsas de plástico, reduciendo el coste de construcción en un 8%.

El sistema lo ideó el profesor Rajagopalan Vasudevan, decano y catedrático de química del Colegio de Ingeniería Thiagarajar de Masurai. El método consiste en espolvorear plástico de desecho triturado sobre gravilla caliente, cubriéndola así con una fina capa plastificada. Antes, los residuos se calientan a baja temperatura para evitar emisiones (el poliestireno es tóxico si se quema) y conseguir una textura fluida. Posteriormente, a esta mezcla se le añade el asfalto. Bolsas de plástico, porexpán (poliestireno expandido) y otros residuos comunes de nuestro mundo de usar y tirar son los materiales perfectos para el compuesto del doctor Vasudevan.

Otras ventajas de este método son que no se necesitan herramientas o máquinas nuevas en ningún punto del proceso, y que se reduce la necesidad de importar bitumen, esencial en la construcción tradicional de carreteras. Además, actualmente están siendo las mujeres las que se están haciendo cargo del triturado de plástico, lo cual les ofrece alternativas laborales en un país donde su acceso al mercado de trabajo es limitado.

Tanto para la India como para muchos otros países, el uso de este tipo de tecnología es una muy buena noticia, no sólo por el menor coste del pavimentado, sino también porque evita incontables emisiones a la atmósfera debido a la quema de residuos plásticos y ayuda a gestionar las enormes cantidades de residuos que se generan. También se espera que la mejora en las carreteras contribuya a la reducción del número de accidentes de tráfico ya que, según la Organización Mundial de la Salud, el 17% de las muertes en carretera en todo el mundo se registran en la India.

El peligro de los microplásticos

El citado país asiático es uno de los principales impulsores de las carreteras de plástico, y llegó a comprometerse el año pasado a construir la mayoría de vías urbanas de esta forma. Además, este mismo año se ha planeado la construcción de una autovía entre Chennai y Villupuram para probar una versión modificada de la mezcla del doctor Vasudevan. Será la primera vez que se utilice en una carretera de alta capacidad de estas características.

El vecino Bután ha seguido el ejemplo de la India y ya se ha creado una empresa que utiliza la misma tecnología, The Green Road. Su director, Rikesh Gurung, entró en contacto con esta idea mientras estudiaba en el Colegio de Ingeniería Thiagarajar, donde trabaja el profesor Vasudevan. Actualmente, se ha completado un proyecto piloto y pronto empezarán a pavimentar en otras partes del país.

La nueva tecnología gestiona las enormes cantidades de residuos y evita su quema

Una iniciativa similar es la de la empresa británica MacRebur, ganadora del concurso de start-ups de la multinacional Virgin. De forma similar al doctor Vasudevan, los emprendedores de MacRebur mezclan plástico triturado con el asfalto, lo cual mejora la calidad de las carreteras "en un 60%”, según su página web. En Inglaterra ya se ha empezado a utilizar este producto para tapar baches y pavimentar algunas carreteras particulares, y se espera que su uso se extienda cada vez más.

Finalmente, la empresa holandesa VolkerWessels también ha ideado una forma de reutilizar el plástico en las carreteras. En este caso, la compañía ha desarrollado bloques prefabricados de plástico que se montarían sobre una capa de arena. Huecos por dentro, podrían alojar cañerías y cables de todo tipo, y añadir mejoras como paneles solares. Aunque se han despertado dudas en torno a la posibilidad de que la superficie de estas carreteras sea muy resbaladiza, el Ayuntamiento de Rotterdam llevará a cabo una prueba piloto de este método, en este caso, un carril bici.

Algunas de las críticas a los métodos de construcción de carreteras con plástico incluyen la posibilidad de que, debido al deterioro o a un mal ensamblaje, pequeños fragmentos de plástico se desprendan de la masa principal y lleguen a la tierra y a los acuíferos. Estos microplásticos generarían otras sustancias contaminantes que podrían afectar gravemente el medio ambiente.

“Una vez en la tierra, estas partículas pueden resistir, acumularse y, eventualmente, alcanzar niveles que pueden afectar el funcionamiento y la biodiversidad de la misma”, escribe Matthias C. Rillig, profesor de Ecología del Suelo y las Plantas en la Universidad Freie de Berlín (Alemania). Sea como fuere, los residuos plásticos siguen aumentando día a día así que es necesario encontrar una solución urgente a este problema, y las carreteras de plástico podrían ser uno de los mejores caminos a seguir.