Una veterana activista hondureña asesinada por enfrentarse a los poderes económicos de su país; un joven indio que ha puesto en marcha un plan de limpieza de playas en Mumbai; un biólogo mexicano que ha dedicado su carrera a preservar la biodiversidad; una diseñadora estratega de la sostenibilidad en Australia; la agencia marroquí para la energía sostenible y el controvertido presidente de Ruanda. Estos son los seis Campeones de la Tierra distinguidos por las Naciones Unidas con el premio que lleva este nombre, que reconoce a personas o entidades cuyas acciones han tenido un impacto positivo para el medio ambiente, en su edición de 2016.

El premio, instituido en 2004, ha sido concedido desde entonces a 78 personas u organizaciones -entre ellos, Al Gore, el fotógrafo Yann Arthus-Bertrand o la National Geographic Society-, y se divide en cuatro categorías: Inspiración y acción, Liderazgo político, Iniciativa empresarial y Ciencia e innovación, a las que en alguna edición se han añadido categorías especiales para Iniciativas de base o al conjunto de una trayectoria. En algunas ediciones ha habido más de un ganador para una misma categoría. Es el caso de este año, en que la malograda Berta Cáceres, a título póstumo, y Afroz Shah se han llevado el premio de Inspiración y acción.

Berta Cáceres, defensora de los derechos de los pueblos indígenas hondureños y del medio ambiente, fue asesinada a tiros por dos individuos el pasado mes de marzo en su casa de La Esperanza, a unos 200 kilómetros al noroeste de la capital del país, Tegucigalpa. Tenía 44 años. En 1993 había fundado el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (COPINH) para defender a las comunidades de la etnia lenca, proteger sus derechos territoriales y mejorar sus medios de vida.

La líder de la lucha indígena y ambiental hondureña fue asesinada en marzo 

Desde 2006 se opuso al proyecto Agua Zarca, una presa sobre el río Gualcarque destinada a la producción hidroeléctrica que dejaría a las comunidades locales sin acceso al recurso vital, que les garantiza la soberanía alimentaria. El embalse, que debía construir una empresa china que es la mayor del mundo en este terreno, fue impulsado sin consultar a la población local, vulnerando los tratados internacionales que rigen los derechos de los pueblos indígenas.

Gracias a la campaña liderada por Cáceres, los trabajos se interrumpieron en 2013. Ni uno solo de sus colaboradores y simpatizantes duda de que su muerte estuvo directamente relacionada con su lucha. Entre 2010 y 2015, 109 personas murieron en Honduras por defender el medio ambiente, lo que convierte a este país en el más peligroso del mundo para los ecologistas. En 2015,  la activista recibió el Premio Ambiental Goldman para América Central y del Sur, un galardón considerado como el Premio Nobel del Medio Ambiente.

Ese mismo año, en octubre, Afroz Shah y su vecino Harbansh Mathur, de 84 años, ya fallecido, se ponían manos a la obra para empezar a limpiar por su cuenta el degradado entorno de la playa Versova, de 2,5 kilómetros de longitud, en Mumbai (la antigua Bombay), cubierta permanentemente de enormes cantidades de residuos abocados por el mar. Poco a poco lograron incorporar a más y más personas a su iniciativa, a cientos de voluntarios, incluso a actores famosos de Bollywood, y la campaña Clean up Versova Beach, la mayor del mundo en su género, ha retirado ya de la arena más de 4.000 toneladas de materiales de todo tipo.

Protección de la biodiversidad

El doctor Manuel Sarukhan, biólogo y ecólogo de 76 años autor de más de 190 trabajos científicos, fue el impulsor y primer coordinador -puesto que sigue ocupando- de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad mexicana, para cuya creación desarrolló una intensa labor de sensibilización entre las instituciones gubernamentales y la sociedad civil del país. Por ello ha sido distinguido por el Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA) con un premio Campeones de la Tierra al conjunto de su carrera.

En el terreno de Ciencia e innovación se llevó el galardón Leyla Acaroglu, una investigadora australiana experta en diseño y sostenibilidad que trabaja en el terreno de la innovación en los terrenos ambiental y social. Para ello ha creado dos agencias de diseño, con sede en Nueva York y Melbourne (Australia) y un laboratorio de conocimiento experimental. En ellos se desarrollan innovadoras estrategias educativas y de comunicación para favorecer el cambio positivo de la sociedad.

Marruecos impulsa uno de los mayores proyectos de energía solar del mundo

La Agencia Marroquí para la Energía Sostenible (Masen) fue la ganadora en la categoría de Iniciativa Empresarial por su labor de impulso de las energías limpias, principalmente la fotovoltaica, en el país norteafricano. Su proyecto solar NOOR, cuya primera fase se completó este año con una central de 160 megavatios, será, cuando se termine, uno de los mayores del mundo en su género. La Masen, creada en 2010, pretende que las renovables aporten 3.000 megavatios al país en 2020 y otros 6.000 para 2030. Actualmente, Marruecos depende de fuentes extranjeras -principalmente de hidrocarburos- para producir el 97% de la energía que consume.

El presidente ruandés, Paul Kagame, recibió el Campeón de la Tierra al liderazgo político. Al frente desde 2000 del país centroafricano, uno de los más densamente poblados del continente y desangrado por el genocidio de 1994, ha impulsado un ambicioso plan de desarrollo que ha logrado reducir en un 55% la mortalidad materna en los partos, duplicar las tasas de escolarización secundaria y sacar a un millón de ruandeses de la pobreza, gracias a una tasa de crecimiento económico anual del 8%.

Además, ha adoptado medidas ambientales para la lucha contra el cambio climático, como combatir la tala forestal ilegal, para la restauración de humedales y la protección de los gorilas de montaña -que sólo habitan en su país y en otros dos vecinos- y para la prohibición de las bolsas de plástico, en lo que Ruanda fue uno de los pioneros mundiales. Sin embargo, dirige el país de forma autoritaria y sus métodos democráticos son ampliamente cuestionados a nivel internacional, lo que hace cuanto menos sorprendente la concesión a su persona del premio ambiental de la ONU.