Los fármacos o los pesticidas son algunos de los contaminantes difusos que más afectan a las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA) en España, como ha constatado SEO/BirdLife en un estudio realizado a 28 de las 485 zonas que hay en el país, presentado este miércoles.

En concreto, el II Informe de la Contaminación Difusa en Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (1) ha analizado un total de 28 IBA en España y 60 contaminantes orgánicos entre los meses de abril y junio del año 2024, en un muestreo en el que se recolectó agua, suelos y sedimentos en varios puntos de las IBA con el fin de evaluar el impacto de este tipo de contaminación en la biodiversidad, especialmente en las aves y sus ecosistemas.

La contaminación difusa es una contaminación "invisible", que no tiene un foco claro, ya que procede de una fuente no puntual que abarca amplias superficies y cuyo control y detección suele ser muy difícil

Como ha explicado la ONG, la contaminación difusa es una contaminación "invisible", que no tiene un foco claro, ya que procede de una fuente no puntual que abarca amplias superficies y cuyo control y detección suele ser "muy difícil".

 

Los ríos "están medicados"

 

"En SEO/BirdLife estamos analizando la contaminación difusa en zonas de alto valor natural, incluso zonas protegidas, ya que algunas de las IBA analizadas son parques naturales", ha indicado en rueda de prensa la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, al tiempo que ha asegurado que los ríos "están medicados". Por ello, ha alertado de que España vive "una triple crisis medioambiental" en alusión a "la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la contaminación".

España atraviesa una triple crisis medioambiental: la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la contaminación

ASUNCIÓN RUIZ, directora ejecutiva de SEO/BirdLife

El estudio ha confirmado la presencia generalizada de contaminación difusa en la totalidad de las 28 IBA analizadas. Entre estos contaminantes, destacan los fármacos y compuestos de estilo de vida --como la cafeína y la nicotina--, cuya distribución está vinculada principalmente a núcleos urbanos y vertidos de depuradoras. Además, se ha constatado su amplia distribución en aguas superficiales de entornos naturales, algunos de ellos situados a varios kilómetros de distancia de las posibles fuentes de emisión.

También destacan contaminantes como los PFAS --compuestos perforados como los surfactantes, espumas de extintores, tejidos impermeables o aditivos de pesticidas--, acumulados en un 81% de las muestras de agua analizadas, así como en los suelos (88%) y en los sedimentos (95%).

Destacan contaminantes como los PFAS --compuestos perforados como los surfactantes, espumas de extintores, tejidos impermeables o aditivos de pesticidas--, acumulados en un 81% de las muestras de agua analizadas, así como en los suelos (88%) y en los sedimentos (95%)

Como alerta la ONG, estas cifras reflejan su "alta persistencia y resistencia" a la degradación en el medio natural, un riesgo potencial a largo plazo para los ecosistemas, especialmente para la fauna que allí habita, ya que los pueden acumular a través de la dieta.

En cuanto a los pesticidas, se han detectado en el 80% de las muestras, pero en concentraciones bajas. Las concentraciones más elevadas se han hallado sobre todo en determinadas zonas agrícolas. En concreto, el metalaxil (50%) y el isoproturon (49%) son los compuestos más encontrados. La presencia de estos contaminantes está directamente relacionada con su aplicación estacional en los distintos cultivos.

 

Delta del Llobregat y Mar Menor, IBA más afectadas por contaminación 

 

Las IBA es un concepto creado y desarrollado hace más de 30 años por BirdLife International que identifica espacios de alto valor ecológico mediante criterios acordados por científicos y expertos. Entre las analizadas en España, la IBA del Delta del Llobregat (Barcelona) ha presentado la concentración más elevada en agua, de hasta 576 nanogramos por litro (ng/L). En este área, el perfil de contaminación está dominado por la presencia de fármacos (88% del total), mientras que los PFAS tienen una presencia del 9,9% y los pesticidas de un 1,2%.

También se estudió la IBA del Mar Menor, que presenta una concentración total de 206 ng/L, también dominado por los fármacos en un 93,6%. Esta IBA está clasificada como En peligro por BirdLife Internacional, ya que recibe presiones como una elevada afluencia de turismo y extensas zona urbanizadas.

El estudio también revela que la IBA de la zona de Mérida-Montijo presenta una concentración total de 168 ng/l, con los fármacos como contaminantes principales (68,3%), mientras que los pesticidas y los PFAS muestran una contribución del 18,9% y 12,8% respectivamente.

Por todo ello, la ONG ha alertado de que estos resultados ponen de relieve "la gravedad, extensión y dificultad de control de la contaminación difusa", así como la "necesidad urgente" de reforzar el control y la prevención en las estrategias de conservación ambiental. Asimismo, ha subrayado la necesidad de continuar monitoreando estas áreas para comprender mejor el comportamiento de los contaminantes y mitigar su impacto sobre los ecosistemas vulnerables.

Urge un cambio de modelo donde la responsabilidad, la eficiencia, la sostenibilidad y el respeto por nuestro patrimonio natural se impongan para la subsistencia de las generaciones actuales y futuras

ASUNCIÓN RUIZ

Como ha reclamado Ruiz, "urge un cambio de modelo donde la responsabilidad, la eficiencia, la sostenibilidad y el respeto por nuestro patrimonio natural se impongan para la subsistencia de las generaciones actuales y futuras".

La ONG ha avanzado que, en futuras publicaciones, se analizarán muestras de fauna para entender cómo estos contaminantes afectan a la parte viva de los ecosistemas ya que, como ha argumentado, esta información será de "gran valor" para ampliar el conocimiento sobre el estado de salud de los ecosistemas.

"En SEO/BirdLife hacemos una evaluación del estado de salud de nuestras aves como un indicador del estado del ecosistema. Las aves nos enseñan cómo salvar el planeta y cómo salvarnos a nosotros mismos. Nos enseñan como adaptarnos a la pérdida de biodiversidad e incluso al cambio climático", ha indicado Ruiz.

Referencias