El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés) ha alertado este jueves de que las aguas residuales procedentes de los asentamientos de colonos israelíes "destruyen los cultivos y medios de vida" de la población palestina en Cisjordania.

Estos "residuos ilegales", que generan "consecuencias medioambientales y económicas devastadoras, fluyen desde los asentamientos israelíes y provocan daños a los cultivos las tierras agrícolas palestinas, según ha alertado la organización en un informe.

Una vez más, los palestinos de la Cisjordania ocupada pagan un alto precio. Sus tierras, sus medios de vida y su bienestar se ven amenazados por el vertido nocivo de aguas residuales peligrosas 

SAMAH HADID, responsable de incidencia política del Consejo Noruego para los Refugiados, en oriente Próximo y norte de África

"Una vez más, los palestinos de la Cisjordania ocupada pagan un alto precio por las implacables políticas de expansión de los asentamientos israelíes", ha declarado Samah Hadid, responsable de incidencia política del NRC en Oriente Próximo y el norte de África. "Esta vez, sus tierras, sus medios de vida y su bienestar se ven amenazados por el vertido nocivo de aguas residuales peligrosas", ha dicho.

 

Presencia de la bacteria E. coli, que está asociada a las heces

 

Hadid ha instado a la comunidad internacional, pero en particular a los aliados más cercanos de Israel, a ejercer "presión" sobre la "potencia ocupante" para proteger a las comunidades locales, las tierras y los recursos palestinos de "los efectos perjudiciales de los residuos vertidos". "Es imperativo que los agricultores y comunidades afectados no sólo reciban reparaciones, sino también el apoyo necesario para recuperarse y mejorar sus condiciones", ha aclarado.

"Es imperativo que los agricultores y comunidades afectados no sólo reciban reparaciones, sino también el apoyo necesario para recuperarse y mejorar sus condiciones"

Los análisis encargados por el NRC en Wadi Shajit, en Hebrón, y en los alrededores de la zona industrial de Qalqilia, corroboran las quejas de agricultores y propietarios palestinos de que las aguas residuales no tratadas se estaban vertiendo desde los asentamientos israelíes a tierras palestinas. Estas muestran apuntan a la presencia de la bacteria E. coli, que está asociada a las heces. Aguas fecales.

"Los asentamientos israelíes contaminan sistemáticamente los sistemas hídricos y las tierras agrícolas con aguas residuales, exacerbando los riesgos medioambientales, desestabilizando aún más la ya frágil economía palestina y aumentando la probabilidad de diversas enfermedades como la diarrea y la insuficiencia renal", ha puntualizado Hadid.

Aumenta la probabilidad de diversas enfermedades como la diarrea y la insuficiencia renal

Según las comunidades agrícolas entrevistadas en el marco de la investigación, el vertido de aguas residuales no tratadas ha provocado un fuerte descenso de los ingresos de la población local como consecuencia de la reducción del rendimiento de sus cosechas y las dificultades de comercialización de los productos asociadas a la contaminación por aguas residuales.

Algunos agricultores palestinos aseguran haber perdido cerca del 70 por ciento de la cosecha total de olivos en comparación con la época anterior al vertido. Las comunidades afectadas han advertido un descenso significativo de entre el 50 y el 70 por ciento de los ingresos anuales procedentes de la agricultura.

 

Una capa de sal cubre ahora el suelo

 

Ahmed, un agricultor cercano a la zona industrial de Immanuel, ha lamentado que las aguas residuales "han inundado extensamente mi tierra". "Una capa de sal cubre ahora el suelo, lo que afecta significativamente a la calidad del aceite producido. Cada olivo solía producir no menos de 25 kilogramos de aceitunas, pero hoy la producción se ha reducido a la mitad", ha afirmado.

El vertido de aguas residuales provoca el desplazamiento y expulsión de los palestinos de sus tierras y esto aumenta el riesgo de expropiación y contribuye al desplazamiento forzoso de estas poblaciones con el objetivo de lograr la "anexión del territorio de Cisjordania" por parte de Israel

Además de las amenazas medioambientales y económicas, el vertido de aguas residuales provoca el desplazamiento y expulsión de los palestinos de sus tierras, según NRC, que ha sostenido que esto aumenta el riesgo de expropiación y contribuye al desplazamiento forzoso de estas poblaciones con el objetivo de lograr la "anexión del territorio de Cisjordania" por parte de Israel.

Es por ello que la organización ha pedido que se tomen medidas para dar un apoyo suficiente a proyectos que mitiguen el impacto medioambiental y económico del vertido de residuos de los asentamientos israelíes en las comunidades, tierras y recursos palestinos afectados.