Tras haber pasado la noche bloqueando las entradas a las instalaciones del proyecto de Gas Natural Fenosa en las inmediaciones del Parque Nacional de Doñana, el campamento de resistencia de Greenpeace continúa su protesta pacífica. Los activistas que este martes a primera hora de la mañana paralizaron las obras de la empresa energética permanecen encadenados cumpliendo así sus primeras 24 horas de protesta.

Según ha informado la organización ecologista en una nota, la protesta se está desarrollando "con tranquilidad y los activistas se encuentran bien y animados para seguir luchando por la conservación de esta reserva única de la biodiversidad como es Doñana".

Desde las ocho de la mañana del martes una veintena de activistas "han conseguido parar las obras del proyecto de extracción y almacenamiento de gas". Greenpeace mantiene un campamento de resistencia con tres grupos de activistas, uno a la entrada de la instalación, otro en lo alto de una de las estructuras en la zona del proyecto y otro que mantiene parada la maquinaria de la instalación gasística.

Lejos del Acuerdo de París

Con esta acción Greenpeace quiere denunciar que el proyecto es tan peligroso como innecesario y aleja a España de cumplir con los compromisos que va a asumir al ratificar hoy mismo el Acuerdo de París sobre el cambio climático en el Congreso de los Diputados.

Según ha declarado el responsable de campaña de Greenpeace, Julio Barea, "consideramos una incongruencia que hoy España ratifique el Acuerdo de París y a la vez autorice un proyecto de hidrocarburos que nos hará imposible cumplir ese acuerdo".

Desde la asociación ecologista han indicado que el negocio que persigue Gas Natural Fenosa en esta zona es el almacenamiento de gas, como ya sucedió en el almacén subterráneo Castor en Castellón, que produjo más de 500 terremotos y una indemnización con dinero público a la empresa de casi 1.400 millones de euros.