Este año el 20 de febrero, el Día Mundial por la Justicia Social, también coincide con el primer mes de Donald Trump en la Casa Blanca como presidente de Estados Unidos. Ya son muchos los analistas que han tildado los primeros 30 días del mandatario de caóticos por ir de escándalo en escándalo –y a golpe de tweet– en una clara estrategia por desmantelar de manera inmediata el legado de su predecesor Barack Obama. Entre ellas destacan las medidas que se comprometían firmemente con el medio ambiente: el negacionismo –el 25 de enero Trump ordenó a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) retirar la web sobre cambio climático– y los proyectos relacionados con el petróleo están ocupando su lugar. 

El Día Mundial por la Justicia Social se estableció en 2007, después de que fuera aprobado en la Asamblea General de Naciones Unidas. La efeméride tiene por objeto poner en valor la justicia social como instrumento fundamental para la convivencia, erradicar la pobreza, la igualdad de oportunidades entre sexos y el bienestar social, entre otras.

Se promueve que el crecimiento económico debe servir para la equidad –especialmente de género, de los pueblos indígenas y de los migrantes– y el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales. 

Desde la Organización de Naciones Unidas (ONU) se hace un especial énfasis en “mejorar el bienestar humano y la equidad social, reduciendo significativamente los riesgos ambientales y la escasez ecológica”, en lo que considera “estrechamente vinculada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

Entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles aprobados el año pasado por la Naciones Unidas, se especifica que son una eficaz herramienta que contribuye a “promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo digno para todos", "consumo y producción sostenibles", y "conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible".

Para 2017 se ha proclamado el Año Mundial del Turismo Sostenible para el Desarrollo que persigue el desarrollo económico sostenible del sector turístico ya que, según la ONU, promueve “una mejor comprensión entre los pueblos, conducir a que se tome una mayor conciencia de la riqueza del patrimonio de las diversas civilizaciones y llevar a una mejor apreciación de los valores inherentes de las diversas culturas, contribuyendo así al fortalecimiento de la paz en el mundo".

Veto migratorio

Las medidas aprobadas por la nueva Administración Trump se encuentra el veto legal a migrantes a través de un decreto migratorio que prohíbe la entrada de personas procedentes de siete países, –que provocaron en su momento una auténtica avalancha de críticas y movilizaciones–, con un claro trasfondo islamófobo.

En la misma línea, y entre otras muchas, Donald Trump ha protagonizado una crisis diplomática entre México y EE.UU. por el la construcción de la continuación del muro con el país fronterizo.

No son buenas noticias para los propósitos marcados por la ONU y la Organización Internacional de Trabajo (OIT), ya que diseñan políticas encaminadas a la insolidaridad y la injusticia social a la vez que se pone en el entredicho un desarrollo sostenible social y medioambiental, en un nuevo paradigma de postverdad que azota tanto a EE.UU. como a varios países del viejo continente donde emergen en las urnas nuevos partidos de ideario de extrema derecha.