Un nuevo paso en la combinación entre energías renovables. Cerca de Fallon (Nevada, EEUU) funciona desde este mes la primera planta solar-geotérmica del mundo, que producirá energía para 50.000 hogares de este condado del oeste americano (lo que, teniendo en cuenta el consumo energético per cápita en ese país supondría una cantidad mucho mayor de beneficiarios en cualquier otro lugar del planeta).

La instalación tiene una capacidad de 59 megavatios (MW) de producción combinada. De ellos, 26 MW corresponden a la capacidad solar, que permitiría por sí sola abastecer de electricidad a 16.000 usuarios. Hasta ahora, lo habitual era que las centrales solares se complementaran con el empleo como combustibles de carbón o el gas.

La combinación de energías permite aprovechar al máximo las potencialidades de cada fuente y suplir sus momentos de debilidad (la solar no funciona de noche o en días nublados, la eólica depende del viento...) utilizando una fuente alternativa durante esos periodos.

La energía geotérmica aprovecha el calor que genera el núcleo central de la Tierra, que aumenta 3 grados por cada 100 metros de profundidad, pero que en puntos determinados, como los elegidos para las centrales, puede alcanzar los 250-350 grados centígrados a entre 2.000 y 4.000 metros.

La integración de la tecnología que aprovecha la energía de la radiación solar y la que capta la térmica procedente del subsuelo terrestre permitirá a la planta operar a pleno rendimiento tanto en las fases de menor rendimiento del complejo geotérmico como en aquellas en las que rinda menos el fotovoltaico, y atender así sin problemas los picos de demanda de electricidad.

Aguas termales

"La idea de juntar la energía solar y geotérmica no es nueva", afirma Francesco Venturini, administrador delegado de Enel Green Power North America Operations, filial de la multinacional eléctrica italiana Enel que gestionará la planta. "Otros han intentado realizarlo, pero nadie había logrado hasta ahora implementarlo a nivel industrial".

La planta combinada hará posible evitar la emisión a la atmósfera de otras 30.000 toneladas de dióxido de carbono anuales. Su diseño es el resultado de dotar de 89.000 paneles fotovoltaicos policristalinos, que ocupan una superficie de 97 hectáreas, a la ya existente instalación de aprovechamiento de la energía geotermal de Stillwater, que operaba desde 2009. La integración de ambas fuentes de energía fue aprobada por las autoridades estatales y puesta en funcionamiento en un periodo de tan sólo seis meses.

La planta geotérmica de Stillwater, junto a su gemela de Salt Wells, situada en el mismo condado de Churchill –ambas diseñadas y gestionadas por Enel Green Power– son las únicas del mundo en emplear grandes bombas eléctricas sumergibles para extraer agua geotermal. En su diseño original podían producir entre las dos 65 megavatios, suficientes para electrificar 40.000 hogares, y evitar con ello el envío de 300.000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.

Ambas centrales se empezaron a levantar en 2007 y fueron inauguradas en 2009, tras un proceso constructivo en el que participaron más de 300 personas. Cuando empezaron a operar, se calculó que tendrían un impacto económico en la zona de unos 3,25 millones de euros y crearían 25 puestos de trabajo permanentes durante 30 años.

Italia lidera el sector

Las dos instalaciones geotermales absorben del subsuelo agua caliente a entre 130-150 grados de temperatura y la ponen en contacto con un fluido, el isobutano o metilpropano, contenido en un circuito cerrado. El fluido, que se calienta muy rápidamente y alcanza una gran presión, es el que acciona las turbinas que permiten generar la electricidad.

El isobutano es uno de los gases empleados en sistemas de refrigeración y propulsión en sustitución de los clorofluorocarburos (CFC), cuyo uso está prohibido desde 1996 (2006 para algunos países en desarrollo) por el Protocolo de Montreal (firmado en 1987) debido a su actividad destructora de la capa de ozono. Su aceptable nivel de cumplimiento está permitiendo la recuperación de esa parte de la atmósfera que nos protege de radiaciones solares nocivas.

El estado de Nevada, donde ya funcionan varios grandes complejos fotovoltaicos y eólicos, se ha marcado como objetivo alcanzar un 25% de producción de energía mediante fuentes renovables en 2025, y llegar al 20% en 2015. Algunas zonas del norte del territorio ya rozan ese porcentaje, aunque la media estatal se sitúa todavía en el 13%.

El gobernador estatal, Brian Sandoval, manifestó durante la inauguración de la planta solar-geotermal de Stillwater: "La energía limpia es un sector clave para Nevada. Provee de energía de fuentes locales, estimula la innovación y, lo que es más importante, crea puestos de trabajo de alta cualificación y aporta crecimiento económico a las comunidades".

Italia fue pionera en el aprovechamiento del calor de la Tierra como fuente energética, con la central de Larderello, inaugurada en 1913, y es el país que marca la pauta en el sector. Enel Green Power, operadora de Stillwater, genera 7.549 megavatios de energías limpias en 680 plantas –solares, eólicas, hidroeléctricas, de biomasa y geotérmicas– de 16 países y es líder en el mercado mundial de la última de ellas, que este año alcanzó los 10.500 millones de euros de volumen de negocio.