El Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal se celebra el 12 de diciembre de cada año para reconocer la importancia de la cobertura sanitaria universal como un objetivo fundamental para garantizar que todas las personas tengan acceso a servicios de salud de calidad. El lema de este año 2023 es Salud para todos: es hora de actuar.

Sumario

 

El 12 de diciembre se celebra el Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal para reivindicar la importancia de que todas las personas, en cualquier lugar del mundo y de cualquier nivel económico, puedan tener acceso a servicios de salud de calidad y asequibles. El lema de este año 2023 es Salud para todos: es hora de actuar. Más de 40 países se sumaron el año pasado a través de 140 actividades en todo el mundo para celebrar este día. 

La campaña de este año nos recuerda que, en un mundo que sigue experimentando un creciente número de amenazas a la salud relacionadas con el clima, los países deben invertir en sistemas de salud resilientes y equitativos, con la atención primaria de salud como base. Trabajando en conjunto entre sectores, con gobiernos, el sector privado, ONG y la sociedad civil, podemos responsabilizar a nuestros líderes y hacer que la cobertura sanitaria universal sea una realidad para 2030.

 

Antecedentes del día internacional de la CSU

 

Los antecedentes de este día se remontan a diciembre de 2012, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución en la que instaba a los países a acelerar los progresos hacia la consecución de la Cobertura Sanitaria Universal (CSU). Posteriormente La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada en 2015, estableció el objetivo de lograr la CSU para 2030, reconociendo la importancia de garantizar el acceso a servicios de salud de calidad y protección contra riesgos financieros.

En 2017, se aprobó una resolución para celebrar una reunión de alto nivel sobre CSU en 2019 que resultó en la adopción de la Declaración política (A/RES/74/2), donde los estados miembros se comprometen a aumentar la conciencia global y la solidaridad para lograr la CSU. El 12 de diciembre de 2017, en virtud de la resolución 72/138, las Naciones Unidas proclamaron el 12 de diciembre como Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal (Día de la CSU).

La Declaración reconoce la salud como un requisito y un indicador del desarrollo sostenible, reafirmando el compromiso de alcanzar la CSU para 2030.

 

Casi la mitad de la población no tiene acceso a servicios de salud esenciales

 

La cobertura sanitaria universal, entendida como el acceso que deberían tener todas las personas a servicios de salud esenciales cuando y donde lo requieran, sin que les genere dificultades económicas está muy lejos de ser una realidad. Para darnos una idea del grave problema mundial que esto supone, basta con echar un vistazo a las dramáticas cifras.  Cerca de la mitad de la población mundial está privada de servicios de salud esenciales, según los datos que manejan el Banco Mundial y la OMS.

Igualmente hay un gran número de familias que se ven sumidas en la pobreza porque no pueden hacer frente a los gastos de atención sanitaria que requieren. Se estima que 2.000 millones de personas se enfrentan a dificultades económicas debido a gastos sanitarios directos, incluidos 344 millones de personas que viven en la pobreza extrema. Alrededor de 800 millones de personas dedican al menos un 10 % del presupuesto familiar a sufragar los gastos de salud de sus familiares, ya sean padres, hijos u otros parientes enfermos.

Para casi 100 millones de personas, estos gastos son lo bastante elevados como para abocarlas a la extrema pobreza, forzándolas a sobrevivir con apenas con 2 dólares, o incluso menos, al día. La COVID 19 ha puesto aun más de manifiesto la importancia y la urgencia de los sistemas sanitarios de calidad y de la cobertura universal. En consecuencia, más dirigentes y ciudadanos en todo el mundo prestan atención a este tema y reclaman mejoras.

 

Importancia de la cobertura sanitaria global

 

La cobertura sanitaria mundial es de vital importancia por varias razones. Garantiza que todas las personas tengan acceso a servicios de salud esenciales, previene la pobreza relacionada con gastos médicos, contribuye a la prevención de epidemias, impulsa el desarrollo económico al fomentar la productividad, promueve la equidad y la justicia social y fortalece la resiliencia de los sistemas de salud frente a crisis y emergencias.

Construir sistemas de atención médica equitativos y resilientes es una inversión en el futuro y un medio para crear sociedades justas e inclusivas. Ahora es el momento de crear un mundo donde la cobertura sanitaria universal llegue a todos, en todas partes, independientemente de las circunstancias financieras. La salud es un derecho humano fundamental y un requisito previo para ejercer todos los demás derechos humanos.

La cobertura sanitaria universal basada en la atención primaria de salud es clave para erradicar la pobreza, construir sociedades pacíficas y resilientes, y avanzar en todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La falta de acceso a servicios de salud asequibles y de calidad puede sumir a personas, comunidades y naciones en la pobreza o empeorar su situación.

En resumen, la cobertura sanitaria global no solo beneficia la salud individual, sino que también es esencial para el bienestar global, la justicia social y el desarrollo sostenible.

 

Compromiso global hacia la Cobertura Sanitaria Universal

 

Después de la Reunión de Alto Nivel de la ONU sobre Cobertura Sanitaria Universal en 2019, los compromisos de los países con la CSU (anuales) casi se duplicaron entre 2019 y 2021. Sin embargo, en 2022, esta tendencia positiva se estancó e incluso se revirtió en algunos países. A pesar de que la mayoría de los países reconocen la CSU como un objetivo, reflejado en leyes y planes nacionales, hay una falta de medidas operativas concretas y de financiamiento público insuficiente para la salud, lo que desvía aún más los objetivos de CSU para 2030. Los compromisos de los países no abordan las tres dimensiones de la CSU: la cobertura de servicios, la cobertura de población y la protección financiera.

La mayoría de los compromisos se centran en la cobertura de servicios (44 %) y la cobertura de población (43 %), y en promedio, hay una falta de compromisos y objetivos claros en cuanto a la dimensión de protección financiera (13 %). Hay una sistemática subinversión en la reducción de barreras financieras para la atención médica. Los países siguen dependiendo de programas e intervenciones fragmentados específicos para enfermedades y servicios en lugar de operacionalizar compromisos integrales de CSU.

El 21 de septiembre de 2023 se ha celebrado una reunión de alto nivel de la ONU sobre CSU que insta a los líderes mundiales a acelerar el progreso y retomar los compromisos hechos en 2019 en las ocho áreas clave de compromiso:

  1. Asegurar un liderazgo político más allá de la salud: Aunque la mayoría de los países reconocen la CSU como un objetivo, hay una falta de medidas operativas concretas para lograrla.
  2. No dejar a nadie atrás: Las personas y grupos vulnerables continúan enfrentando barreras financieras para acceder a los servicios de salud y productos que necesitan.
  3. Legislar y regular: Más de la mitad de los países han adoptado legislación para garantizar el acceso equitativo a servicios de salud de calidad y asequibles y proteger contra dificultades financieras mediante una ley de CSU, y alrededor del 70 % de los países han utilizado la CSU como objetivo para sus planes de salud.
  4. Garantizar la calidad de la atención: La discriminación contra los pacientes y la limitada calidad de los servicios de salud respetuosos siguen siendo un desafío generalizado para mantener la dignidad, privacidad y confidencialidad.
  5. Invertir más, invertir mejor: A pesar de los aumentos continuos en el gasto total en salud en 2020 debido a la respuesta a la COVID-19, los compromisos de inversión actuales y el gasto público en salud son insuficientes para lograr la CSU.
  6. Avanzar juntos: Un número limitado de países tiene un mecanismo de rendición de cuentas formal y efectivo para la CSU, con una participación insuficiente de actores no estatales.
  7. Igualdad de género: A pesar de que las mujeres constituyen la mayoría de la fuerza laboral en salud, hay una falta de compromiso para aumentar la representación de las mujeres en el liderazgo en salud y político.
  8. Preparación para emergencias: La pandemia de la COVID-19 exacerbó las desigualdades y perturbó la provisión de servicios de salud esenciales.