Las Fuerzas Armadas de Ucrania han afirmado este martes que las fuerzas de Rusia están intentando hacerse con "el control total" de las regiones de Donetsk y Lugansk, en el este del país, después de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, señalara el lunes que Moscú ha iniciado su ofensiva a gran escala en el Donbás.
"El enemigo ruso está intentando continuar las operaciones ofensivas en la Zona Operacional Este para establecer el control total del territorio de las regiones de Donetsk y Lugansk, así como mantener un corredor terrestre con la Crimea ocupada temporalmente", ha dicho el Estado Mayor del Ejército ucraniano.
"Los principales esfuerzos del enemigo están centrados en romper las defensas de las tropas ucranianas en las regiones de Lugansk y Donetsk, así como en hacerse con el control total de la ciudad de Mariúpol", ha recalcado en un mensaje en su cuenta oficial en la red social Facebook.
Casi cinco millones de refugiados
La cifra de refugiados que han huido de Ucrania para escapar del conflicto se acerca a los cinco millones, según la ONU, que considera esta crisis de desplazamiento el éxodo más rápido en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Solo a Polonia han llegado ya más de 2,8 millones de personas que han cruzado la frontera desde Ucrania, así como Rumanía (750.000), Rusia (535.000), Hungría (465.000), Moldavia (425.000), Eslovaquia (339.000), o Bielorrusia (23.000) según las cifras de la ONU.
Más de 50.000 protecciones temporales en España
El Ministerio del Interior informó el 11 de abril que ha tramitado y concedido un total de 51.957 documentos de protección temporal a desplazados por la guerra en Ucrania, de los cuales 29.263 (57,6%) han sido tramitados y resueltos en comisarias. Madrid (10.133), Comunidad Valenciana (9.229) y Andalucía (9.023) son las comunidades autónomas que reciben más solicitudes.
Según el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, en tan solo un mes se han superado las 50.000 protecciones temporales a refugiados ucranianos, desde el pasado 10 de marzo cuando se activó el procedimiento de urgencia para responder a estas solicitudes.
Mapas para entender el contexto europeo
¿Por qué hay tantos países europeos involucrados en la guerra actual en Ucrania? Una de las claves se encuentra en la geografía política del continente. La expansión de la OTAN hacia el este o la influencia de Rusia en los conflictos internos de las antiguas repúblicas soviéticas son algunas de las situaciones a las que se ha aludido de un lado y otro mientras escalaba la tensión en el este de Europa.
En diciembre de 2021, gobernantes de once de las quince repúblicas soviéticas se reunieron en Alma Atá (Kazajistán) y firmaron la disolución de la Unión Soviética. En su lugar surgió la Comunidad de Estados Independientes (CEI), integrada por Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Moldavia, junto con dos de los países del Cáucaso (Azerbaiyán y Armenia) y cinco de Asia Central (Kazajistán, Kirgüistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán). De las cuatro restantes, Estonia, Letonia y Lituania no firmaron el tratado y hoy forman parte de la Unión Europea, mientras que Georgia se incorporó en 1993 tras la llegada al poder tras una guerra civil de Eduard Shevardnadze, quien fue ministro de Asuntos Exteriores durante la época soviética.
Turkmenistán salió de la CEI en 2005, Georgia en 2009 y Ucrania, que ya había reducido su participación desde 2014, anunció su salida en 2018. Estos países actualmente tampoco forman parte de otras alianzas de la región, como la Organización para el Tratado de la Seguridad Colectiva (creada en 1991) y, más recientemente, la Unión Económica Euroasiática (2015).
Por otro lado, la OTAN creció más allá del antiguo telón de acero que antes la había separado con los países del Pacto de Varsovia a partir de los años noventa. Primero se incorporó Alemania Oriental como efecto de la reunificación alemana y después, en 1999, entraron la República Checa, Hungría y Polonia. En 2004 se produjo la mayor ampliación, con Rumanía Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia y tres exrepúblicas soviéticas a orillas del Báltico: Estonia, Letonia y Lituania.
Las manifestaciones de Putin en contra de la expansión de la OTAN hacia el este han sido múltiples. Cuando declaró a principios de 2022 la independencia del Donbás, días antes de la invasión de Ucrania, declaró que se había "engañado" a Moscú con las ampliaciones. A finales de 2019, en la cumbre celebrada en Londres con motivo del 70 aniversario de la alianza, las consideró una "amenaza potencial" para Rusia. En el discurso que pronunció en la Conferencia de Seguridad de Múnich en 2007, se preguntó dónde habían quedado las "garantías" pactadas en los años noventa.
La situación en Crimea y el Donbás se remonta varios años atrás, cuando el expresidente ucraniano Viktor Yanukóvich suspendió en 2013 la firma del acuerdo comercial que había pactado su país con la UE y presentó una asociación con Rusia como contrapartida. Esto llevó a una revolución en Kiev que acabó con la destitución del presidente.
Con la escalada de la tensión, estallaron revoluciones en la zona del Donbás, en las provincias de Donetsk y Lugansk, donde separatistas prorrusos quisieron integrar los territorios en Rusia. En Crimea tuvo lugar un referéndum sobre la adhesión de la península a Rusia, con un 97% favorable de llevarla a cabo. Rusia firmó la anexión de Crimea a Rusia, lo que condujo a sanciones por parte de la Unión Europea, Estados Unidos y la OTAN.
Los conflictos de Crimea y el Donbás no son los únicos a los que se enfrentan los países de la región. Rusia también se ha implicado en los de Transnistria (Moldavia), Abjasia y Osetia del Sur (Georgia) o el del Nagorno-Karabaj, un antiguo conflicto que volvió a enfrentar a Armenia y Azerba