Ecologistas en Acción y Greenpeace han criticado el proyecto de Real Decreto aprobado del pasado viernes 18 de mayo por el Gobierno para prohibir las bolsas de plástico en España, que consideran "insuficiente" y que llega "con más de un año de retraso". Es por eso que creen que no tiene sentido la obligatoriedad de cobrarlas a estas alturas cuando muchos comercios ya lo hacen y avisan de que las bolsas biodegradables que sustituirán a las actuales también perjudican el medio ambiente.

La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha señalado que a partir de 2021 se prohibirán todas las bolsas ligeras (entre 15 micras y 50) y muy ligeras (menos de 15 micras) que no sean biodegradables. Además, el 1 de julio de este mismo año, se cobrarán de forma obligatoria todas las bolsas de plástico, salvo las muy ligeras destinadas a los alimentos por "razones de higiene y para fomentar el consumo a granel, y evitar sobreenvases y el desperdicio alimentario".

"El empeño de sustituir las bolsas de origen de origen fósil por las de origen bioegradable o de origen natural es un problema porque todavía no hay constancia de que se puedan degradar en el medio ambiente y tenemos informes que dicen que tardan muchísimos años en degradarse –ha señalado el responsable de Residuos de Ecologistas en Acción, Carlos Arribas, a Europa Press–. Esta no es la solución sino que abogamos por la sustitución con materiales que sean realmente biodegradables como el papel y el cartón".

En este sentido, Arribas ha asegurado que la decisión, además de estar "incumpliendo" los plazos de la Directiva y la Comisión Europea, resulta "insuficiente" y asegura que los ecologistas "esperaban otra solución".

El proyecto va acompañado de unas medidas económicas que implican el cobro de las bolsas hasta el año 2020, algo que, según el responsable de Ecologistas en Acción, "llega muy tarde". "Eso hubiese sido una buena respuestas hace cinco o 10 años pero prácticamente todos los supermercados cobran desde hace muchos años las bolsas y eso ha supuesto que se reduzcan pero no que se eliminen", ha recalcado.

"Combatir la cultura del usar y tirar"

Por su parte, Greenpeace ha asegurado que el Real Decreto "no ha enfocado la normativa a combatir la cultura del usar y tirar", ni se dirige a la "raíz del problema" que, a su juicio, es la producción y consumo masivo de estos productos. Así, la ONG lamenta que, aunque a partir del 1 de julio de 2018 se pasarán a cobrar todas las bolsas ligeras, y su venta se prohibirá a partir de 2021 junto con las muy ligeras, esta medida excluye las bolsas consideradas como biodegradables o compostables.

"Esta sustitución de unas bolsas por otras no soluciona el problema que generan cuando llegan al mar, ya que sean biodegradables o no, si esas bolsas llegan al mar, pueden ser ingeridas igualmente por una tortuga, o sus fragmentos por otros animales, como los peces que posteriormente nosotros mismos consumimos", ha denunciado Greenpeace.

Según la ONG, para que estas bolsas se biodegraden necesitan estar en unas "condiciones determinadas" que generalmente "no se encuentran en el medio ambiente".

Asimismo, Greenpeace ha criticado que la medida resulta "poco ambiciosa" pues no incluye otro tipo de envases y plásticos de un solo uso, que también contaminan el mar.

Por ello, la organización ha apuntado que espera que a finales de mes se apruebe una nueva normativa europea que pretende prohibir y limitar ciertos artículos de plásticos de un solo uso, unas medidas, en su opinión, "mucho más holísticas", que pretenden reducir el consumo total de plásticos de un solo uso con el fin de frenar la contaminación de estos residuos en el medio ambiente y en los mares.