Tras arruinarse la posibilidad de alto el fuego y a pesar de las primeras negociaciones directas entre ambas partes, el conflicto de Ucrania parece muy lejos de su final.
Ambas partes han radicalizado los ataques contra el enemigo, que ahora cuentan un mayor radio de actuación tras la ampliación de las ofensivas aéreas hacia zonas lejanas de un frente que permanece anclado en la región del Donbás.
Últimas novedades bélicas: treguas y bombardeos
Durante los últimos días se han redoblado los ataques con drones ucranianos sobre suelo ruso. En este momento del conflicto parece más importante la guerra aérea y tecnológica, una actividad que permite golpear objetivos muy lejanos del frente y del territorio ucraniano. Este cambio de actitud transmite la sensación de guerra a zonas muy alejadas del conflicto, tanto en territorio ucraniano como en suelo ruso.
Dentro de esta ofensiva ucraniana ha sido de gran importancia el denominado Pearl Harbour ruso, donde un ataque ucraniano coordinado contra cinco bases aéreas del interior ruso provocó grandes daños en la flota aérea rusa. En un complejo operativo, Ucrania logró introducir en suelo ruso centenares de drones de contrabando, que fueron lanzados desde camiones civiles próximos a las bases militares para destruir buena parte de sus aparatos.
Por el lado ruso los ataques con aparatos no tripulados también se han multiplicado en las últimas semanas, en una modalidad de ofensiva cada vez más recurrente y de mayor envergadura. Un ejemplo de estos operativos es la ofensiva masiva que Rusia lanzó contra suelo ucraniano poco después de su catástrofe aérea. En ellas Rusia ha utilizado cientos de drones y decenas de misiles, de los que muchos son interceptados, pero otros han logrado causar importantes daños en distintas oleadas contra zonas residenciales de Lviv, Ternópil, Kiev, Sumi, Poltava, Jerson, Dnipro o Jarkov.
Los combates en el frente
Mientras la guerra aérea y los proyectiles copan la atención del mundo, el conflicto sigue estancado en el frente del Donbás, donde se mantienen los ligeros avances rusos. Las fuerzas del Kremlin avanzan en la toma de algunas poblaciones de la zona con cuentagotas, en lo que parecer ser un avance pueblo a pueblo, con una lentitud y desgaste que transmite la sensación de victoria pírrica por el gran sufrimiento que supone cada movimiento.
El intento ruso de salir de esta situación de estancamiento se dirige hacia la región de Dnipropetrovsk, hacia donde intentan entrar por primera vez desde que comenzara el conflicto
En el terreno bélico, tras la participación de tropas norcoreanas en el frente, el líder Kim Jong-Un dio un paso más en su alineamiento con Rusia. Kim prometió su apoyo incondicional a Rusia en la guerra de Ucrania, así como el cumplimiento del tratado de defensa mutua firmado por ambos gobiernos, lo que podría traducirse en un apoyo armamentístico o en el envío de nuevas tropas norcoreanas a la guerra para apoyar al bando ruso.
Las conversaciones para un alto el fuego y política internacional
A pesar de la celebración de las primeras negociaciones de paz directas entre ambos países durante el mes de mayo en Estambul, la posibilidad de un acuerdo de alto el fuego parece más lejana que nunca, con ambas posiciones cada vez más enconadas. A pesar de esta tensa situación se ha dado un paso positivo con los primeros intercambios de prisioneros entre ambos bandos.
Esta compleja situación no impide que los intentos de mediación se produzcan desde todas partes del mundo. El último ha llegado desde el nuevo papa León XIV, que ha mantenido una conversación telefónica con Vladimir Putin, a pesar de lo cual el mandatario ruso negó una tregua y acusó a Ucrania de provocar una escalada en el conflicto.
Para ahondar en esta postura de Putin, Donald Trump anunció que el gobernante ruso no está dispuesto a una paz inmediata, y que respondería a los ataques ucranianos, una posición que será aún más enconada tras el desastre aéreo ruso. Por su parte, el presidente ucraniano Zelenski tampoco rebajó la tensión al calificar como ultimátum inaceptable las condiciones que Rusia planteó a Kiev bajo la mediación turca. Algunas de las exigencias rusas eran la retirada del ejército ucraniano de varias regiones que Moscú quería anexionar, la renuncia ucraniana a sumarse a la OTAN y la limitación de su ejército.