Cuando se alcanzan los 1.395 días de conflicto, la guerra de Ucrania no parece próxima a su final, ni tan siquiera a una tregua provisional por las fechas navideñas.
Con la lenta evolución del frente protagonizada por proclamas propagandísticas de ambos bandos, se entremezclan las eternas llamadas a conversaciones de paz y las amenazas por parte de los portavoces ucranianos y rusos.
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La retaguardia ucraniana es de nuevo el principal objetivo de los múltiples ataques aéreos rusos. Centenares de drones y proyectiles golpean todo tipo de objetivos, ya sean edificios civiles, infraestructuras energéticas o de comunicaciones. Dentro de estas iniciativas se enmarcan varios ataques por toda la geografía, de mayor gravedad en el caso de las poblaciones de Odesa, Kiev o Zaporiyia.
Por su parte, Ucrania también lanza variadas ofensivas aéreas, sobre todo en las zonas más próximas a su frontera, con especial incidencia en las regiones entre el Mar de Azov y el Mar Caspio, con especial afección a las regiones de Rostov o Bélgorod. Estos lanzamientos también tienen consecuencias sobre la aviación rusa, que se ha visto obligada a cerrar los aeropuertos en varias ocasiones por la amenaza de los drones.
Con estos ataques Ucrania busca reducir la capacidad bélica rusa, con golpes contra su infraestructura militar y energética, en este caso especialmente contra centros petroleros. En estas ofensivas también se ven inmersos barcos de falsa bandera que surcan el mar Negro para burlar las sanciones internacionales contra Rusia.
Los combates en el frente
El frente de guerra del este se mantiene con mínimas variaciones. El mínimo avance ruso percibido por fuentes independientes es discutido por ambos bandos, donde Rusia reafirma el control de algunas nuevas poblaciones en la región del Donetsk, como Mirnograd, o la toma de Kupiansk en Jarkov y de Pokrovsk en Donetsk. Las voces oficiales de Kiev niegan todos estos avances e incluso afirman que habrían recuperado la mayor parte de Kupiansk, ciudad que es un importante nudo ferroviario disputado durante largo tiempo por ambos bandos. Estos dos discursos, especialmente el de Moscú, han sido matizados por fuentes independientes, que reconocen el lento avance ruso, pero no en los términos propagandísticos de un Kremlin que quiere transmitir una imagen triunfalista que refuerce la imagen de su posición de cara al exterior.
Precisamente esa línea del frente es la que ha concentrado mayor proporción de víctimas mortales en el conflicto según el último balance del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. En una guerra que se intensifica y cuyo número de bajas en el último semestre ha crecido un 24% con respecto al año anterior, se estima que el 60% de los civiles muertos y heridos en Ucrania estaban en las cercanías de la línea del frente, buena parte de ellos mayores de 60 años.
El escenario político del conflicto
En el ámbito político continúan las declaraciones cruzadas que aúnan veladas ofertas de posibilidad de pacto con amenazas poco disimuladas. En sus últimas declaraciones, Vladimir Putin anunció la posibilidad de detener los ataques en la retaguardia ucraniana en el caso de que Zelenski convocara elecciones, en lo que el Kremlin convirtió en una llamada a la legitimación de las autoridades de Ucrania mediante una convocatoria electoral. En cambio, en otras declaraciones Putin amenazó con continuar su guerra y conquista en el próximo 2026 si los países europeos boicotean las posibles negociaciones de paz.
En el bando contrario, Zelenski señaló a Polonia como el posible objetivo futurible ruso si Ucrania perdiera su independencia a raíz del conflicto. Además, el mandatario ucraniano mostró su agradecimiento a la UE por el préstamo de 90.000 millones de euros procedentes de deuda común europea que servirán como apoyo a Ucrania para los dos próximos años.
Enmarcada en la celebración de pasadas conversaciones de paz, Estados Unidos y Rusia mantuvieron una nueva ronda de reuniones en Florida durante el fin de semana para intentar encauzar algún tipo de acuerdo de paz entre ambos países que llevara una tregua al conflicto de Ucrania. La posibilidad de un alto el fuego temporal por las fechas navideñas, un aplazamiento de hostilidades adoptado históricamente en varios conflictos, ha sido taxativamente rechazado por Rusia ya que, según el Kremlin, sólo serviría para dar un respiro a Ucrania para rearmarse.