El barco de la ONG Proactiva Open Arms volverá a realizar rescates de personas en el Mediterráneo central, a pesar de que solo cuenta con la autorización de proporcionar ayuda humanitaria. "No aguantamos más. Levamos anclas y nos vamos. Antes presos que cómplices", ha escrito su fundador, Oscar Camps, en una publicación de Twitter, en la que también comparte una imagen donde aparecen un padre y su hija, migrantes salvadoreños, muertos en la orilla del río Bravo al tratar de entrar en Estados Unidos que se hizo viral ayer en todo el mundo.

También la ONG ha escrito en sus redes sociales que seis meses después ponen rumbo "a la frontera más mortífera del planeta", donde se convertirá en el único barco que realizará esta tarea de salvar vidas humanas. A principios de año el Open Arms pasó más de 100 días amarrado en el puerto de Barcelona esperando autorización para navegar. 

Consiguió zarpar pero no permiso para entrar en la zona SAR de búsqueda y rescate en el Mediterráneo central, donde solía realizar labores de salvamento de migrantes a la deriva en el mar, y en mayo amarró en Lesbos (Grecia), donde pudo descargar material de ayuda humanitaria. Varios de sus responsables son objeto de investigación por parte de la justicia italiana acusados de favorecer la inmigraciñón ilegal. 

También la ONG alemana Sea Watch ha quebrantado las prohibiciones y ha entrado sin permiso en aguas de la isla italiana de Lampedusa con 42 inmigrantes a bordo salvados frente a Libia y se encuentra frente a la costa custodiada por agentes policiales.