La Generalitat de Catalunya ha activado este lunes un operativo de 80 agentes de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en el parque natural de Collserola, tras detectarse un brote de Peste Porcina Africana (PPA) en jabalíes. Según ha explicado el conseller de Agricultura, Pesca y Alimentación, Òscar Ordeig, los animales sospechosos de estar infectados “no son muchos” y se concentran en la zona de Cerdanyola del Vallès, donde se registraron los dos primeros casos positivos.
En una entrevista en Ser Catalunya recogida por Europa Press, Ordeig ha señalado que es “muy probable” que la infección se haya originado por comida contaminada en basuras a las que acceden los jabalíes. Este fin de semana, el teléfono de emergencias 112 recibió 125 llamadas de ciudadanos que alertaban de la presencia de jabalíes fuera del radio de vigilancia inicial de seis kilómetros, aunque el conseller no descarta ampliar la zona de control si se detecta algún animal infectado más allá del foco.
La Peste Porcina Africana (PPA) no afecta a los humanos
El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha enfatizado que la PPA no representa ningún riesgo para la salud humana, y que el suministro de alimentos se mantiene garantizado. España sigue siendo líder en exportación de carne de cerdo en Europa y tercera a nivel mundial, con un sector valorado en más de 8.000 millones de euros, por lo que la contención del brote se centra en proteger la producción animal y minimizar los daños económicos, sin que los ciudadanos sufran riesgos sanitarios.
La PPA es altamente contagiosa entre cerdos domésticos, jabalíes europeos y facóqueros africanos. Algunas variantes del virus provocan fiebre elevada, anorexia y hemorragias en piel y órganos internos, con mortalidad de hasta el 100% en un plazo de dos a diez días. Por ello, se han activado medidas excepcionales de control, prevención y bioseguridad, incluyendo barreras físicas y químicas, trampas y la intervención de la UME con un equipo NRBQ especializado en amenazas biológicas. Cada acción se coordina para impedir que el virus se extienda a otras zonas y proteger las explotaciones porcinas.
Medidas de contención y bioseguridad
Para frenar la propagación del virus, la Generalitat ha establecido dos perímetros de control. El primero, de seis kilómetros, abarca 12 municipios y se caracteriza por el cierre total del acceso al medio natural, la suspensión de actividades de caza y trabajos forestales, y la prohibición de cualquier actividad en zonas rústicas. Se han instalado barreras físicas y químicas, así como trampas para controlar la población de jabalíes, y cada animal localizado es desinfectado y enviado al CReSA para su análisis. La complejidad de esta labor radica en los más de 100 accesos principales y alrededor de 400 secundarios del parque, lo que obliga a reforzar la vigilancia sobre los desplazamientos de los animales.
El segundo perímetro, de veinte kilómetros, incluye 64 municipios y limita las actividades recreativas, de caza y aquellas vinculadas a la biodiversidad, con el objetivo de facilitar las labores de control y bioseguridad. Dentro de estas zonas, se restringe el acceso a la totalidad del Parque de Collserola para actividades de ocio y se intensifican medidas preventivas, como la limpieza de papeleras y contenedores, el cierre de zonas de picnic y la recomendación de no alimentar a los jabalíes. La ciudadanía debe avisar al 112 si encuentra un animal muerto, sin manipularlo, para evitar riesgos de propagación.
Ordeig ha informado que las 39 explotaciones porcinas situadas dentro del radio de seis kilómetros han dado todas resultado negativo en los análisis, y que se mantiene la vigilancia para impedir que el virus llegue a otras granjas cercanas.
Impacto económico y bloqueos en la exportación
El brote de PPA tiene un efecto inmediato y significativo en la economía del sector porcino catalán. Las exportaciones cárnicas de Cataluña están bloqueadas en más de 100 países, lo que afecta a un sector valorado en más de 8.000 millones de euros y que representa uno de los pilares de la economía alimentaria de la región. Ordeig ha señalado que la reapertura de estos mercados “costará” y ha hecho un llamamiento a la ciudadanía y al sector a cumplir estrictamente las restricciones para minimizar las pérdidas económicas.
El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha insistido en que la prioridad es reducir el impacto económico del brote, aunque la PPA no supone riesgo para la salud humana. España ocupa el primer puesto en exportación de carne de cerdo en Europa y el tercero a nivel mundial, únicamente superada por China y Estados Unidos, por lo que la contención del virus se considera estratégica para proteger la competitividad del sector y mantener la confianza de los mercados internacionales.
Recomendaciones ciudadanas y protección del sector porcino
La Generalitat ha reiterado a la ciudadanía la importancia de intensificar la limpieza en papeleras y contenedores, situar los comederos de gatos en puntos elevados, no alimentar a los jabalíes y respetar las restricciones de acceso al parque. Estas medidas buscan garantizar que el virus permanezca confinado dentro de los perímetros de control y proteger tanto a los animales como al sector porcino, evitando pérdidas económicas adicionales.
El brote de PPA en Collserola representa una amenaza grave para la fauna silvestre y las explotaciones porcinas, pero no implica riesgos para la salud humana. La actuación coordinada entre la Generalitat, la UME y el Ministerio de Agricultura se centra en controlar la población de jabalíes, proteger las granjas y asegurar que el suministro de carne de cerdo se mantenga estable, mientras se minimizan las pérdidas económicas y se garantiza la bioseguridad en toda la región.