La lava que sale del volcán de 'Cumbre Vieja', en El Paso (La Palma), ha cubierto desde que comenzó la erupción el domingo, 19 de septiembre, un total de 258 hectáreas y ha destruido ya 686 edificaciones, según el seguimiento por satélite del programa Copérnicus de la Unión Europea.

Además, según el último muestreo de Copérnicus que data de las 06.50 horas del 27 de septiembre, la lava también se ha llevado por delante 22,2 kilómetros de carretera de la isla.

Muestreo de la lava en la erupción del volcán de La Palma / Imagen: COPÉRNICUS - EP

La erupción volcánica que se inició hace ocho días en Cumbre Vieja prosigue su evolución con la normalidad propia de un volcán de tipo fisural y estromboliano que se comporta "como tal", con continuidad y discontinuidad, tal y como ha ocurrido durante algunas horas.

Así lo han confirmado en rueda de prensa el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, y la portavoz del comité científico, María José Blanco –directora del IGN en Canarias–, quienes han resaltado que no debe preocupar que se produzcan estos cambios durante el proceso.

Blanco ha apuntado que el volcán ya ha emitido 46,3 millones de metros cúbicos de material magmático –más que la erupción del Teneguía en 1971– y resaltado que el mecanismo estromboliano se concentra en el cono principal y ha habido pulsos magmáticos –columna blanquecina que desaparece y alcanza gran altura–.

Así, ha apuntado que el proceso "va a seguir mostrándolo" en próximas fechas y aunque las explosiones han cesado en el cono, que ha ido modificando su estructura, "se pueden volver a producir y bruscamente".

 

Disminución de gas y menos material

 

Blanco ha achacado este modificación a un cambio en el conducto por disminución del contenido de gas y a que tiene menos aporte de material disponible, y al igual que ocurrió con el volcán Tagoro en El Hierro en 2011, una vez que ha comenzado la erupción, la actividad sísmica ha vuelto a situarse más al sur, con un 'enjambre' que ha empezado en Fuencaliente, con terremotos de hasta magnitud 3,2 y profundidades entre 8 y 13 kilómetros.

"Esto, lo que indica", ha señalado, es que vuelve a haber intrusión de material magmático al sur de la isla.

Ha señalado también que hay dos coladas activas, una a una velocidad "muy baja", y otra dividida en dos, una más ralentizada porque se ha topado con la montaña de Todoque, pero terminará por voltearla "y se unirá a la otra, que va a velocidad mayor".

Sobre la calidad del aire, ha dicho que sigue siendo buena aunque puede empeorar por el cambio en la dirección de los vientos y empujar la nube de ceniza y dióxido de azufre hacia las islas de La Gomera y Tenerife, al tiempo que ha vuelto a descartar que en las próximas 24 horas se produzcan fenómenos de lluvia ácida.

Blanco ha confirmado también que el tremor volcánico ha bajado considerablemente mientras que las deformaciones continúan con estabilización horizontal y disminución vertical.

 

300 personas confinadas en la Costa de Tazacorte

 

Morcuende, por su parte, ha indicado que tanto la calidad del aire como del agua "sigue siendo buena" y "no hay problema para la salud", más allá de que la ceniza sí que se está depositando sobre el suelo en muchas parte de la isla.

Ha mantenido que "es probable" que la lava llegue al mar en la costa de Tazacorte –está a menos de un kilómetro en línea recta– si bien ha comentado que la colada principal se ha ralentizado, de lo contrario, hubiera llegado esta misma mañana.

"No sabemos si va a llegar la lava, ayer pensábamos que iba a llegar esta mañana y es probable que llegue. La trayectoria no se tiene clara, hacemos un seguimiento con drones y un análisis termográfico para saber cómo es la lava, estamos vigilando permanentemente, y cuando la lava es fluida, sabemos que se acercará al mar, pero fluctúa la temperatura y la viscosidad", ha comentado.

Sobre el confinamiento de unas 300 personas en los núcleos de San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa, en el municipio de Tazacorte, por su cercanía a una eventual llegada de la lava al mar, ha señalado que la medida es "preventiva" dado que la inhalación de gases puede afectar a la piel, los ojos y el aparato respiratorio.

Por ahora, se mantiene la cifra de evacuados en unas 5.600 personas que se alojan en segundas residencias, casas de amigos y familiares y complejos turísticos –hay 160 personas en el hotel de Fuencaliente– en tanto que el albergue militar de Breña Baja ya ha sido desalojado al completo aunque se mantiene abierto para primera filiación y derivaciones.