La Dirección General de Patrimonio Cultural de Castilla y León ha iniciado el proceso para declarar el Toro Jubilo de Medinaceli (Soria) como Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial, según publica este miércoles el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl).
La Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León, que permite incluir en el patrimonio autonómico bienes materiales e inmateriales con valores históricos, artísticos, etnológicos o tradicionales
La resolución, fechada el 4 de noviembre de 2025, se ampara en la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León, que permite incluir en el patrimonio autonómico bienes materiales e inmateriales con valores históricos, artísticos, etnológicos o tradicionales.
Dicha norma establece que podrán ser declarados de interés cultural aquellos bienes inmateriales de carácter singular y relevante, especificando sus usos, representaciones, conocimientos, técnicas, comunidades portadoras y posibles riesgos de conservación.
El expediente resalta que el Toro Jubilo de Medinaceli, con orígenes en el siglo XVI, es una de las manifestaciones populares más antiguas y singulares de Soria. Es el único ejemplo en Castilla y León del llamado toro de fuego, celebrado anualmente durante las fiestas de los Cuerpos Santos, con la participación activa de los vecinos. El Bocyl subraya que este festejo se diferencia de otros eventos taurinos porque no implica la muerte del animal.
El procedimiento contempla la tramitación del expediente por la Consejería de Cultura y Turismo antes de la declaración definitiva. Si durante el proceso se concluyera que el Toro Jubilo no cumple los requisitos para ser BIC, pero posee un valor cultural destacado, podría incluirse en el Inventario de Bienes del Patrimonio Cultural de Castilla y León.
La incoación del expediente abre ahora un periodo de información pública y alegaciones previo a la decisión final del Consejo de Gobierno de la Junta.
Toro de fuego
"Este festejo popular se celebra siempre la noche del sábado más cercano al 13 de noviembre, fecha en la que se celebra la festividad religiosa en honor a San Arcadio, Eutiquiano, Pascasio, Paulino y Probo; 5 mártires cuyas reliquias fueron llevadas desde el norte de África hasta el municipio sobre un toro que llevaba fuego en sus cuernos, según explica la tradición.
La celebración tienen lugar en la Plaza Mayor del municipio, donde se improvisa un coso taurino. Dentro de la plaza, se encienden cinco hogueras, una por cada uno de los cinco mártires y se prosigue a sacar al toro, con dos cuerdas atadas a sus astas, y a atarlo a un poste de madera que se planta en el centro de la misma.
Toro Jubilo de Medinaceli
El Toro Júbilo de Medinaceli es una fiesta tradicional que se celebra cada segundo fin de semana de noviembre en Medinaceli (Soria, España).
Se sujeta a un toro y se le colocan en los cuernos unas estructuras metálicas con bolas impregnadas de material inflamable y se les prende fuego, el animal corre por la plaza asustado
Durante el evento, se sujeta a un toro y se le colocan en los cuernos unas estructuras metálicas con bolas impregnadas de material inflamable, que se prenden fuego mientras el animal corre por la plaza asustado.
El debate sobre el Toro Jubilo de Medinaceli enfrenta a defensores de la tradición con colectivos animalistas, generando un intenso debate sobre cultura, economía y ética.
Argumentos a favor: tradición, cultura y economía
Los partidarios destacan su valor cultural e histórico, considerándolo una tradición con siglos de antigüedad en España, Portugal y algunas regiones de América Latina. La lidia se percibe como una expresión artística que combina música, danza, vestimenta y simbolismo, donde el torero representa el coraje frente a la fuerza de la naturaleza. Además, subrayan la transmisión de valores tradicionales, como la destreza y el respeto por la tradición.
En el plano económico y social, el Toro Jubilo genera empleo en ganaderías, turismo, hostelería y artesanía, además de atraer visitantes nacionales e internacionales. También se destaca su papel en el mantenimiento del campo bravo y la preservación de razas autóctonas.
Desde la perspectiva ética y simbólica, los defensores sostienen que el toro bravo solo existe gracias a la tauromaquia y que su vida dentro de esta tradición es más digna que la de los animales criados para consumo. La lidia se considera un rito que honra al toro como símbolo de fuerza y bravura, y se argumenta que prohibirlo atentaría contra la libertad cultural y artística. Finalmente, resaltan el valor ecológico, señalando que la cría de toros de lidia contribuye a la conservación de la dehesa y la protección de la especie.
Argumentos en contra: derechos animales y ética moderna
Los colectivos de defensa de los derechos de los animales denuncian que el Toro Jubilo provoca sufrimiento innecesario. Señalan que los toros son atados y se les colocan materiales inflamables en el lomo, causando estrés, miedo y dolor, aunque no se los mate. También advierten sobre el riesgo físico tanto para los animales como para los participantes.
Los críticos consideran que la práctica es incompatible con los valores modernos de protección animal y que su continuidad puede afectar la imagen cultural y turística de la región, especialmente a nivel internacional. Como alternativa, proponen rituales simbólicos que mantengan la tradición sin causar sufrimiento a los toros.