“¿Conoces la teoría de los 21 días? Dice que cuando haces algo durante ese tiempo, ya entra en tu rutina. ¡Ahora es el momento! ¿Y si tras esa semana de boicot lo extendemos a 21 días?¿Y si modificamos ese hábito para siempre? ¿Y si lo hacen millones de personas? Estaríamos ante el fin real de la contaminación por plásticos”, se pregunta Alba García, responsable de la campaña de plásticos en Greenpeace España.

Esta semana, del 3 al 9 de junio, en la que ha coincidido el Día Mundial del Medio Ambiente, el grupo de Facebook Zero Waste, que cuenta con más de 10.000 seguidores, y otras organizaciones de consumidores y ambientales, entre ellas Greenpeace o el colectivo de jóvenes Fridays For Future que se manifiestan cada viernes contra el cambio climático, están apoyando un boicot al consumo de alimentos envasados en plásticos en los supermercados.

Greenpeace o los jóvenes de Fridays for Future apoyan la iniciativa

Doce millones de toneladas de estos materiales acaban en el mar cada año, han aparecido restos de plástico en la más profunda fosa oceánica del Pacífico, a 11.000 metros de profundidad, y se acaba de conocer que un estadounidense medio consume anualmente unos 70.000 microfragmentos, con un impacto todavía desconocido sobre la salud.

“En la última semana he visto perejil metido en una cajita de plástico, bollería envuelta individualmente para luego ir dentro de una bolsa más grande, manzanas que se venden como si fuesen pelotas de tenis, o tomates en su bandeja y cubiertos con film. Así, por mucho que una persona quiera librarse del plástico a la hora de comprar, es imposible”, se lamenta García. ““Estamos cansadas de escuchar a los supermercados decir que no eliminan plásticos porque sus clientes los compran y que, ante eso, no pueden hacer nada al respecto. Demostrémosles que esto no puede seguir así”, proclama.

De momento, la iniciativa, lanzada en Twitter e Instagram bajo el hashtag #BoicotAlPlásticoJunio2019, se ha convocado solamente para esta semana, aunque la idea apuntada por la responsable de Greenpeace es hacerla más extensiva en el tiempo, incluso convertirla en permanente hasta forzar a las cadenas de distribución a adoptar medidas drásticas sobre un problema que ya es de una gravedad extrema.

Un millón de firmas

La campaña Boicot al plástico invita a los consumidores a compartir en las redes sociales fotografías de productos envasados "de forma abusiva", con el hashtag #Boicotalplástico, y a enviar cartas de petición a los supermercados "para que conozcan las preferencias de la sociedad".

Según la directora de la fundación de prevención de residuos Rezero, Rosa García, un 35% de los plásticos que se utilizan en un supermercado se destinan a envasar a menudo innecesariamente o en exceso los productos. Y según un estudio de Lidl, cadena que estos días ha anunciado que sustituye las bolsas de plástico por compostables en sus secciones de frutas y verduras frescas, en el mundo se consumen más de 14.400 toneladas de bolsas de plástico al día.

El mundo produjo 335 millones de toneladas en 2016 y se recicla una parte muy pequeña

Con datos de Greenpeace, la producción total de plástico alcanzó las 335 millones de toneladas en 2016, que sumadas a las fibras sintéticas que se usan en la ropa, cuerdas u otros productos añadieron 61 millones de toneladas a esa cifra. Europa es el segundo principal productor de plásticos (19% de la producción, 60 millones de toneladas). Dentro de Europa, más de dos tercios se concentran en cinco países: Alemania (24,5%), Italia (14,2%), Francia (9,6%), España (7,7%) y el Reino Unido (7,5%). Y apenas un tercio de esta producción masiva europea se recoge para su reciclaje (en España, menos). En el resto del mundo, esta cifra sería una utopía.

El año pasado, Greenpeace ya recogió más de un millón de firmas a nivel internacional para solicitar a las empresas y supermercados que eliminen los plásticos de un solo uso. Un gran movimiento está en marcha, y el consumidor tiene un gran poder que no debe subestimar.