Como si de un ingenioso juego se tratase, el arquitecto Stéphane Malka rediseña edificios añadiendo módulos externos para ampliar y renovar las estructuras urbanas ya existentes, al mismo tiempo que optimiza su gasto energético. Plug-in City 75 es su último proyecto.

Malka tiene el reto de mejorar la habitabilidad e implementar el aislamiento térmico de un edificio situado en pleno corazón del distrito 16 de París, cerca del Sena, sin aumentar su altura (la normativa no lo permite). El inmueble, que cuenta con apartamentos pequeños y sombríos, fue construido en la década de los 70 y no es eficiente energéticamente como consecuencia de puentes térmicos y mal aislamiento. Al reducir el gasto de recursos, se beneficiará tanto el bolsillo del propietario como el medio ambiente. 

Para lograrlo, el arquitecto marsellés añade módulos externos de madera ecológica al edificio. Se trata de unos cubos enormes ligeros y fáciles de incorporar a la fachada. Jugando con estas enormes piezas, crea nuevos espacios de vida y, más importante, consigue reducir el consumo de energía en un 75%. Las nuevas superficies actúan como un escudo entre el interior y el exterior y resuelven el problema del aislamiento térmico.

Asimismo, el edificio parisino se convertirá en un jardín vertical, en el que las plantas se mueven entre balcones, boínders y logias de diferentes medidas. Los pisos inferiores consiguen grandes terrazas al aire libre y los superiores balcones y terrazas, con suficiente sitio para pequeños huertos, galerías o habitaciones cerradas. Cada propietario puede pedir qué quiere añadir, transformando el edificio a la carta y adaptándolo a las necesidades reales de sus habitantes.

París se ha sumado a la moda de los techos verdes y los jardines verticales que actualmente forman parte de los edificios de ciudades como Copenhague (Dinamarca) y Toronto (Canadá) con el objetivo de mejorar la calidad del aire, retener el agua de lluvia y embellecer las urbes. El consistorio de la capital francesa pretende dotarse de 100 hectáreas de prados sobre los techos y las fachadas de los edificios antes de 2020, dedicando una tercera parte a la agricultura urbana

En la misma línea que Plug-in City 75, se encuentra 3Box. Situadas al lado del Sena, son viviendas de sistemas modulares que se construyen rápidamente y se pueden ampliar en función de las necesidades del usuario. El proyecto ha sido financiado por la empresa Les Toits du Monde, que pretende vender las casas un 40% por debajo del precio del mercado inmobiliario. “Construir encima de los techos no es sólo una solución ecológica y económica, sino que sirve contra la expansión urbana que mata el vínculo social. Es también una manera contemporánea de descubrir nuevas perspectivas de la ciudad, una nueva París por encima del horizonte”, explica el arquitecto sobre ellas.

La arquitectura que presenta Malka es conocida como parasitaria, puesto que las nuevas estructuras flexibles se aprovechan de una construcción existente y sólida. Suelen ser soluciones más fáciles y menos costosas que las tradicionales y permiten combinar el pasado con el presente. Así, la transformación necesaria de las ciudades, cada vez más densamente pobladas, parte del patrimonio existente pero con proyectos sostenibles medioambientalmente.