¿Forma parte el medio ambiente de tus preocupaciones cotidianas?

Teniendo en cuenta que como especie formamos parte del medio ambiente, me preocupan aquellas cosas que nos pasan a las personas.

¿Cuánto te preocupa de 0 a 10? (siendo 10 lo que más te preocupa en la vida y 0 algo que te tiene absolutamente sin cuidado)

Es muy difícil cuantificarlo ya que –en mi caso– va por temporadas. Por ejemplo, cuando veo una excesiva preocupación en los medios me entra una suspicacia y un escepticismo tremendo y me da por pensar que algo se está cociendo detrás de tanta insistencia y de tanto empeño en hacernos tomar conciencia, así que me retraigo un poco y me limito a asumir un papel de espectador. No obstante, cuando se me deja fluir con más libertad es cuando más actúo, sin necesidad de pensar en ello y sin que haya nadie que esté tratando de hacerlo por mí.

¿Cuál de estos problemas te preocupa más: el cambio climático, la contaminación ambiental y los residuos, la desaparición de las especies, el agotamiento de recursos del planeta, la destrucción de mares o bosques, o algún otro?

Todo va relacionado, pero a la vez todo es muy controvertido. Con respecto al cambio climático hay quien lo niega rotundamente mientras que otros se aferran a él como a un dogma de fe. Personalmente, pienso que entre los extremos siempre hay un punto intermedio en el cual quizá se encuentre la lógica (que no la razón, pero poder razonar con lógica y sin apasionamiento... ya es importante).

Soy más partidario de los estudios realizados con los cilindros de hielo de la Antártida, que demuestran que las concentraciones de CO2, cuando el ser humano aún no estaba sobre la Tierra, pero sí los volcanes, eran mucho más altas que ahora, a pesar de la industrialización. Pero también hay teorías que la desmienten. De modo que, no siendo ningún experto en el tema, y de naturaleza agnóstico, trato de informarme y de que me hablen de ello los expertos, que bastante trabajo tienen ya en ponerse de acuerdo entre ellos. Así que puedo decir que lo que más me preocupa sobre estos temas es la posible, y más que probable, manipulación que pueda haber de todo ello para usarlo en favor de los intereses de unos o de otros.

¿Sabes qué es el Protocolo de Kioto?

Sí, y me llamó mucho la atención ver que Al Gore no movió un dedo cuando fue vicepresidente de los Estados Unidos durante el mandato de Bill Clinton y que, luego, con la elección de George Bush y estando ya fuera del poder, abanderó la causa y se le otorgó un premio Nobel de la Paz por ello. Reitero que el problema lo veo en la manipulación y ello hace que mi escepticismo crezca.

¿Qué acciones cotidianas realizas en favor del medio ambiente?

Recuerdo que en el barrio barcelonés del Poble Sec, en el que nací y me crecí, los críos andábamos como locos recogiendo periódicos, cartones, bolsas de plástico y envases de botellas para vendérselos al trapero y sacarnos unas perrillas con las que comprar chucherías: ¡eso era reciclar! Actualmente, pagamos nuestros impuestos, las tasas por recogidas de basuras y las tasas por reciclaje de cada producto que compramos, aunque se trate de una simple lata de refresco. Teniendo esto en cuenta, me molesta que nos hagan realizar un trabajo, como el de reciclar, por el que ya estamos pagando. En muchos países de Europa y de los Estados Unidos te pagan por reciclar, aquí no sólo no te pagan: te cobran. Y, si no reciclas, casi te estigmatizan.

¿Y en qué crees que podrías mejorar en este terreno?

Pienso que todo es mejorable pero, en la medida que pudiese depender de mí, trataría de transmitir una pedagogía objetiva y nada interesada a este respecto.

¿Sigues algún criterio social o ambiental a la hora de comprar?

Huyo de centros comerciales y de grandes superficies, procuro hacer mis compras en los comercios del barrio de toda la vida, a los que ahora se les llama de proximidad. Me gustan el trato familiar, la cercanía y los productos naturales, aunque sean algo más caros.

¿Tienes algún dispositivo de ahorro energético o fuente de energía renovable en tu domicilio o empresa?

No, pero tengo la suerte de que mi domicilio particular está bien aislado y ni hace mucho calor en verano ni un excesivo frío en invierno, de modo que no tenemos aire acondicionado y nos apañamos poniéndonos o quitándonos ropa. Tampoco me gusta derrochar agua, ni electricidad, ni nada en general, pero es más por una cuestión de respeto que de conciencia ecologista, lo reconozco.

¿Usas habitualmente el transporte público, te desplazas a pie o en bicicleta?

No tengo carné de conducir: nadie en mi casa lo tiene. Mi familia y yo nos desplazamos a pie o utilizamos el transporte público, y nos encanta viajar en tren.

¿Crees que el progreso económico tal y como lo conocemos es compatible con la sostenibilidad?

Considero que el desarrollismo en el que nos hemos visto inmersos en las últimas décadas quizá nos llevó a un consumo compulsivo en el que estábamos agotando todos los recursos sin importarnos demasiado qué podía quedar para futuras generaciones. No obstante, con la crisis actual, ese factor se ha puesto en su sitio en el sentido de que no sólo no podemos consumir de más, si no que en muchas ocasiones debemos hacerlo incluso de menos. Probablemente, una de las cosas positivas de esta crisis es que nos obliga a ser más sostenibles, o por lo menos... no tan compulsivos. La lástima es esa... que nos obliga.

¿Colaboras con alguna organización que trabaje en favor del medio ambiente?

No. Procuro simplemente perjudicar mi entorno lo menos posible.

¿Realizas alguna actividad habitual profesional o de ocio en la naturaleza? ¿Cuál?

Soy urbanita por naturaleza, o rata de asfalto, como también se nos llama a los que amamos vivir en la ciudad. Lo que me gusta es pasear por las calles contemplando la gran diversidad humana que pulula por ellas y ser espectador a la vez que parte de ese paisaje. También me gusta documentarlo, no solo en mis novelas o ilustraciones, también tomando fotografías, que realizo por pura afición. Y, bueno... a veces contamino un poco fumándome algún cigarrillo.