La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha asegurado que todos los vehículos emiten más dióxido de carbono (CO2) que los valores que declaran en su homologación, debido, en parte, a que la norma permite una serie de "modificaciones" a los coches que van a ser homologados que hacen que el resultado sea "más optimista" que si se realizase el mismo ciclo en un laboratorio independiente sin modificaciones.

Tal como explica la organización en un comunicado, usar lubricantes especiales, equipar neumáticos sobre inflados o desconectar el alternador son algunas de las modificaciones permitidas y la razón "principal" por la que todos los modelos que ha analizado OCU emiten más dióxido de carbono (CO2) que los valores declarados.

En cuanto a las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas, la actual norma en vigor (Euro 6) fija unos límites máximos de emisiones de estos contaminantes. Tras las pruebas realizadas por OCU en laboratorios a coches salidos del concesionario sin modificar, el 41% de los vehículos rebasaba los límites de partículas, mientras que el 27% de los modelos superaba el máximo legal de NOx.

Las emisiones reales en carretera 

Tal como señala la organización de consumidores, los resultados en carretera son "aún peores", ya que las emisiones reales de los vehículos en carretera se multiplican por cinco respecto de los valores obtenidos durante la homologación.

OCU ha advertido que este problema es más grave en los automóviles antiguos, que emiten "mucho más" que los modelos nuevos, porque los límites de emisiones no se aplican a los vehículos puestos en el mercado antes de la aprobación.

Además, la organización ha recordado que las emisiones de los automóviles son las principales responsables de la "mala" calidad del aire en las ciudades, con las consecuencias que conllevan para la salud de las personas.