Los hoteles españoles podrían evitar la emisión de 835.000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera cada año, lo que comportaría además un recorte en la factura de suministros del sector de hasta 210 millones de euros, mediante la aplicación de planes de eficiencia en el uso de la energía. Así lo asegura un estudio de la consultoría PricewaterhouseCoopers (PwC) y la Plataforma Tecnológica Española de Eficiencia Energética, donde se consideran claramente insuficientes las acciones emprendidas hasta el momento en este terreno que han afirmado haber puesto en marcha a partir de 2004 el 89% de los establecimientos consultados.

El turístico es uno de los sectores más importantes para la economía española, a la que aporta el 10,2% del Producto Interior Bruto y el 11,5% del empleo, según datos de 2010 (los últimos publicados) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que muestran que su importancia en ambos indicadores duplica la media de los países miembros del organismo internacional.

Sector líder en Europa
 

España fue ese año el primer país de la Unión Europea en número de noches de hotel, con 268 millones de pernoctaciones. La cantidad de establecimientos es lógicamente proporcional a estas impactantes magnitudes: los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a 2011 cifraron en 14.976 el número de hoteles y hostales que funcionaban en el país, con Madrid como la provincia con mayor cantidad de ellos (1.165), seguida de Barcelona (958) y Baleares (713).

El turismo es estratégico para la economía española pues aporta el 10,2% del PIB y el 11,5% del empleo

Durante 2010, España recibió 52,6 millones de visitantes internacionales, según la Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (Frontur) que elabora el Gobierno. El año pasado, 2012, la cifra se elevó hasta los 57,9 millones, que lo convirtieron en el tercer mejor ejercicio turístico de la historia, después de 2006 (cuando llegaron 58,4 millones) y 2007 (cuando los turistas extranjeros fueron 59,2 millones).

Estas enormes cifras ponen de manifiesto la importancia que tendría para el medio ambiente la aplicación de planes de eficiencia energética en los hoteles españoles. Los costes de la energía suponen de media un 9% de los costes totales de explotación de un hotel, aunque pueden oscilar entre el 4% para establecimientos con consumos básicos de electricidad, agua caliente y calefacción y el 25% para los hoteles dotados de spa o piscinas climatizadas. La climatización absorbe la mayor parte del consumo en los hoteles españoles, que concentran especialmente su actividad en verano.

Medidas baratas

El estudio Cómo impulsar la eficiencia energética en el sector hotelero español se elaboró a partir de reuniones y entrevistas con expertos y diferentes actores del mercado. El 69% de los hoteleros entrevistados afirmaron que tenían intención de aplicar medidas de ahorro a corto plazo, con el recorte de gastos como principal motivación en el 64% de los casos, aunque el 49% sí se mostraron también preocupados por las implicaciones ambientales. Un 14% de los establecimientos no tiene prevista ninguna medida de eficiencia energética y alegan para ello problemas de financiación, agudizados desde el inicio de la crisis.

Los expertos señalan la importancia de concienciar al personal y los clientes para que ahorren energía                                                                                                                                                               

Sin embargo, el informe propone numerosas medidas que no requieren de un gran volumen de inversión. 
Y en ocasiones, de ninguna, como es el caso de la concienciación del personal y la clientela respecto al uso responsable de la iluminación y el agua. Tampoco resultan excesivamente gravosas las adquisiciones de equipos de climatización y agua caliente sanitaria más eficientes, que sustituyan a los que consumen combustibles fósiles, y la implantación de equipos de gestión energética que controlen y evalúen el consumo de los edificios, todos ellos económicamente rentables en el medio plazo.

La aplicación de medidas en este terreno, además de beneficiar al medio ambiente, haría más competitivo al sector. "El desarrollo de la eficiencia energética en el sector hotelero es una palanca de crecimiento sostenible y de valor añadido en un sector estratégico para nuestro país", afirma Blanca Perea, responsable del área de Energía de PwC, una de las firmas más destacadas del mundo en el sector de la asesoría empresarial.