Noruega ostenta el liderazgo mundial de la movilidad eléctrica. El país escandinavo –uno de los mayores exportadores mundiales de petróleo– registra la mayor proporción de automóviles eléctricos por habitante, e incluso ha llegado a convertirse en el único lugar del globo donde la demanda de esta clase de vehículos podría superar a la de los tradicionales coches térmicos accionados por combustibles fósiles: en abril de este año, el segundo coche más vendido en el país fue un eléctrico.

Las cifras son elocuentes: mientras en España, con una población de 47 millones de habitantes, circulan 1.500 coches eléctricos y se matricularon 435 en 2012, en Noruega, que tiene unos cinco millones de habitantes, había en junio del año pasado 13.000 unidades, casi 4.000 de ellas matriculadas en 2012. A día de hoy, circulan por las carreteras noruegas unos 15.000 automóviles impulsados únicamente por la electricidad, y se les suman mensualmente unos 500 más, según datos de la asociación noruega del vehículo eléctrico, EV Norway, un entidad que suma ya 20 años de historia y cuenta con 7.000 miembros.

Circulan unos 15.000 automóviles impulsados únicamente por la electricidad

La proporción de coches eléctricos por habitante es pues en Noruega de 2,6 por cada 1.000 personas. En nuestro país, de un 0,031 por 1.000. Allí han alcanzado una cuota de mercado de casi el 5% en 2013, y las previsiones señalan que este año podría superar el 10%. En Estados Unidos, país del mundo donde se venden más unidades en cifras absolutas, su presencia en el mercado es de apenas el 0,10%, y en Francia, del 0,30%.

Entre las razones que explican el éxito del coche eléctrico en el país escandinavo, los expertos apuntan que la primera es, indudablemente, el elevado nivel de renta de los noruegos, con la tercera renta per cápita más elevada del mundo, y tal vez el mejor nivel de servicios sociales del globo.

Pero también influye la elevada sensibilidad ambiental de los ciudadanos y de las autoridades que eligen: pese a que la principal fuente de ingresos del país es el petróleo (Noruega es el tercer mayor exportador mundial), el 98% de la electricidad del país procede de fuentes limpias y renovables, entre las que destaca una extensa red de centrales hidroeléctricas, favorecida por el clima y la orografía.

Exento de impuestos

La gran capacidad de producción de las mismas abarata el coste de la factura de la luz, otro elemento que contribuye a promover la expansión del coche eléctrico, que además está exento de impuestos, lo que, a diferencia del resto de países, lo llega a convertir en más barato que los coches tradicionales de motor de explosión. El Parlamento legisló que está completa exención fiscal se prolongará hasta 2018 o hasta que se hayan vendido 50.000 unidades de autos con baterías.

La principal motivación para comprarse el coche a baterías es el ahorro económico

Por esta razón, una encuesta sobre 1.800 conductores de automóviles eléctricos presentada en el principal congreso mundial del sector, celebrado en Barcelona el pasado mes de noviembre, reveló que, pese a que los noruegos presumen de una elevada sensibilidad ambiental, su principal motivación para comprarse el coche a baterías había sido el ahorro económico, que fue el primer argumento que admitieron el 41% de los entrevistados, frente a un 29% a los que, declararon, los impulsaron sobre todo las inquietudes ecológicas. 

Por si ello fuera poco, los automóviles enchufables están exentos del pago de peajes en las autopistas y pueden utilizar gratuitamente los transbordadores que cruzan los fiordos y enlazan con las islas de la recortada costa noruega, pueden evitar los atascos circulando por los carriles del transporte público y disponen de postes de recarga donde no hay que pagar por la electricidad (y cuyo número alcanzó los 4.000 el año pasado).

Como resultado de estas facilidades, en Noruega se vendieron entre 2010 y 2013 el 20% de los coches eléctricos comercializados en toda Europa. Todo un ejemplo de cómo la voluntad política y unas adecuadas inversiones pueden hacer viable un modelo de movilidad más limpio y sostenible.