El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, ha defendido que "en ausencia de un mandato explícito", el banco central estadounidense debe evitar implementar políticas de sesgo climático y ceñirse a sus metas estatutarias para no comprometer su independencia para fijar la política monetaria.

Durante un coloquio organizado por el Banco de Suecia, el banquero central ha recordado que restaurar la estabilidad de precios cuando la inflación es alta puede requerir medidas impopulares a corto plazo y esto es posible por la ausencia de control político directo sobre las decisiones. "Creo que los beneficios de una política monetaria independiente en el contexto de Estados Unidos son bien entendidos y ampliamente aceptados", ha subrayado.

"Es esencial que nos ciñamos a nuestras metas estatutarias, y que resistamos la tentación de ampliar nuestro alcance para abordar otros temas sociales importantes del momento", ha defendido Powell, para quien asumir nuevas metas, por valiosas que estas sean, sin un mandato estatutario claro "socavaría la independencia".

 

Riesgos asociados con el cambio climático

 

En concreto, el presidente de la Fed ha advertido respecto de la incorporación a la supervisión bancaria de los riesgos asociados con el cambio climático que esto conllevaría probablemente políticas con importantes efectos distributivos y de otro tipo en las empresas, industrias, regiones y naciones.

De este modo, en su opinión, las decisiones sobre políticas para abordar directamente el cambio climático "deben ser tomadas por los poderes electos del Gobierno" para así reflejar la voluntad del público expresada a través de las elecciones.

"Sin una legislación explícita del Congreso, sería inapropiado que usáramos nuestra política monetaria o herramientas de supervisión para promover una economía más verde o lograr otros objetivos basados en el clima", ha defendido Powell. "No somos, ni seremos, legisladores climáticos", ha apostillado.

 

Desmarcado del Banco Central Europeo (BCE)

 

De este modo, el presidente del banco central estadounidense se ha desmarcado del Banco Central Europeo (BCE), que en boca de la ejecutiva alemana, Isabel Schnabel, aseguraba en el mismo evento que el BCE, de acuerdo con su mandato, está listo para intensificar aún más los esfuerzos para apoyar la lucha contra el cambio climático, con el objetivo a largo plazo de que todas sus acciones de política monetaria estén alineadas con los objetivos del Acuerdo de París.

"Sin perjuicio del mandato principal del BCE de estabilidad de precios, estamos obligados a apoyar las políticas económicas generales de la UE en consonancia con nuestro objetivo secundario", ha asegurado.

En este sentido, ha destacado que el banco central ha comenzado a integrar consideraciones sobre cambio climático en sus modelos macroeconómicos y cada vez abordará más los riesgos climáticos en los marcos de control de riesgos y garantías, incluyendo eventualmente que las divulgaciones corporativas relacionadas con el clima sean obligatorias para que los bonos sigan siendo elegibles como garantía en las operaciones de refinanciación.

Además, ha recordado que el BCE está sesgando su cartera de bonos corporativos hacia aquellos emisores con mejores puntuaciones climáticas, con miras a eliminar el sesgo existente hacia las empresas intensivas en emisiones.

"Esto significa hacer más ecológicas nuestras tenencia de bonos, incluidos los del sector público, así como nuestras operaciones de préstamo y el marco de garantías", ha explicado, señalando que esto requiere cambios estructurales en el marco de la política monetaria más que ajustes en la función de reacción de la institución.